La amenaza que reviste para la salud de los habitantes de nuestro país la propagación en Chile, y también en nuestra arquidiócesis, del COVID-19, conocido como “coronavirus”, exige de nuestra parte actuar con responsabilidad y adoptar medidas preventivas que eviten o disminuyan las posibilidades de un mayor contagio entre las personas, especialmente en la población más vulnerable.

Por esta razón, mientras dure la emergencia, para la arquidiócesis de Puerto Montt hemos determinado lo siguiente:

1. Se suspenden todos los encuentros pastorales con una asistencia mayor a 200 personas, como la Misa de inauguración del año escolar el lunes 23 de marzo o la visita a nuestra arquidiócesis de la imagen de la Virgen de Fátima del 16 al 23 de marzo de este año.

2. Se aconseja a las personas en situación de riesgo por edad, enfermedad o algún tipo de vulnerabilidad que se abstengan de participar físicamente en la celebración de la Santa Misa. Se les invita a que puedan seguirla a través de la televisión, radio o medios digitales. En virtud del c. 87 del Código de Derecho Canónico, se les dispensa del precepto de participar en la Misa dominical o de fiesta de guardar.

3. Queda a criterio de quien preside la celebración de la Eucaristía que se haga el rito de la paz – que siempre es facultativo – invitando, si se realiza, a que se evite el contacto físico entre las personas.

4. Se invitará a los fieles a que reciban la comunión en la mano, pero siempre se ha de respetar el derecho del fiel a recibirla en la boca, si así lo solicita.

5. Los ministros de la comunión se lavarán las manos con agua y jabón antes y después de entregar el Cuerpo del Señor a los fieles.

6. Los sacerdotes que concelebren la Eucaristía comulgarán de las dos especies por intinción.

7. Se retirará el agua bendita de la entrada de templos y capillas.

Nos encontramos ante una situación delicada y grave de salud pública que exige de todos nosotros actuar con responsabilidad y solidaridad. Solicitamos a todos los fieles a estar muy atentos a las indicaciones que el Ministerio de Salud hace a todos los chilenos, de manera que podamos cumplirlas para el bien de todas las personas.

No podemos olvidar que los cristianos encontramos en la oración una poderosa herramienta que nos permite mirar el futuro con esperanza. Con afecto y confianza filial, pidamos a nuestro Padre Misericordioso que nos libre de esta enfermedad, que auxilie a los que están sufriendo por ella, que ilumine al personal médico para encontrar una pronta solución y para que puedan asistir adecuadamente a quienes lo necesiten.

Nos confiamos a la protección maternal de la Santísima Virgen del Carmen, Patrona de nuestra Arquidiócesis de Puerto Montt. Propongo que nos dirijamos frecuentemente a ella con la siguiente oración que desde antiguo los cristianos de oriente y occidente rezaban a la Madre de Dios:

Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios,
no desprecies las oraciones
que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro,
¡Oh Virgen gloriosa y bendita!

Amén.



Puerto Montt, 16 de marzo de 2020.


+ Fernando Ramos Pérez
Arzobispo de Puerto Montt

 Arzobispado de Puerto Montt