En esta Navidad, la manifestación del Señor que nace nos conduce al hombre, y en especial a nuestros pequeños enfermos a la participación en la vida divina.

La espiritualidad con que esperamos esta Navidad en nuestro hospital, es una espiritualidad de la adopción como hijos de Dios. En esta Navidad nace nuestro hermano mayor Jesús, ya que no somos huérfanos de Padre, porque somos familia de la Santa Trinidad.

Con esta Navidad esperamos configurarnos interiormente con Cristo; sincera imitación de su humildad y pobreza evangélica, para así tender a encarar su mismo estilo de vida.

En esta liturgia serán enviadas al cielo las peticiones que nuestros pequeños enfermos y los funcionarios del hospital le han hecho a este niño que nacerá en un pesebre y en el corazón de cada uno de nosotros.

En esta celebración viviremos este tiempo de Navidad, que es tiempo de calor humano, de cordialidad, de compasión. Es el tiempo de fraternidad, solidaridad, hospitalidad, que se da en nuestra institución y intensificando la presencia de Jesús en medio de nuestro enfermos, funcionarios y familiares de los pacientes.

Fuente: Unidad de Acompañamiento Espiritual, Hospital Roberto del Río