En el encuentro estuvieron presentes monseñor Fernando Chomali, arzobispo de Concepción; la seremi de Gobierno, Francesca Parodi y padres y familiares de los jóvenes con síndrome de Down que se desempeñan en la Lavandería 21.
Luz Barrios Fredes, administradora del establecimiento, con gran entusiasmo, agradeció la gestión para ganar el concurso, que aportará 4 millones de pesos, para desarrollar el proyecto en cuatro meses, que permitirá contar con una fonoaudióloga y trabajar con un metodología personalizada, para abordar algunas barreras de lenguaje de los jóvenes.
“En este momento, ya contamos con Valentina, la profesional que ya está trabajando en un diagnóstico de los jóvenes junto a sus padres y cuidadores. Se hará un trabajo personalizado para potenciar los resultados. Además, se ha planteado con los padres un trabajo de continuidad. Por eso, este aporte es muy significativo”, comentó, recordando que en estos momentos trabajan 18 jóvenes, pero han pasado más de 40 en los cinco años de funcionamiento de la lavandería, ya que se ha convertido en un centro de práctica para jóvenes con síndrome de Down que son preparados para la inserción laboral, en empresas e instituciones de la zona.
Maite Otondo, académica de la UCSC, miembro del directorio de la Lavandería 21, agradeció el apoyo de la SEREMI de Gobierno. “Este es un trabajo que no lo podemos hacer solos. Esta es una gran oportunidad. Necesitamos trabajar el perfil comunicativo de los jóvenes, para potenciar su inserción. Es el comienzo de un camino que permitirá hacer varias cosas. El fin último de este esfuerzo es la inclusión laboral. Este apoyo nos motiva y estimula a participar en otros proyectos y ver otras instancias y potenciar las habilidades laborales de los jóvenes”, recalcó.
La Seremi de Gobierno, Francesca Parodi, intervino en la jornada para recalcar que “este proyecto gana por sí solo. El proyecto va en la linea que busca el Fondo a que postularon. Es relevante cuando hablamos de personas diferentes, personas que necesitan una atención, recursos para cooperar en una sociedad más inclusiva. Cuando hablamos que hay leyes, como la ley de inclusión laboral, que busca a personas que necesitan ser incorporadas al mundo laboral, decir que muchas veces las leyes no entienden de humanidad, de empatizar, de tener principios de solidaridad, y cuando hacemos una obligación como es esta ley, nos olvidamos que en el medio hay un impasse importante, y ahí cobran muchos sentido las fundaciones y las organizaciones. Siempre hay una necesidad que no está cubierta y muchas veces nosotros, con un poco soberbia, pensamos que todo lo arreglamos con leyes y lo arreglamos entre cuatro paredes. Las organizaciones de la sociedad tienen mucho que enseñarnos. Es lo que busca este fondo, dar un empujón a la sociedad civil ya que muchas veces encontramos una problemática sin resolver y cómo capacitamos, cómo logramos que una persona se inserte en el mercado laboral, en primer lugar, tenga la capacidad para desenvolverse y se sienta incluido. Ahí nos falta mucho y lamentablemente eso no lo vamos a resolver mediante leyes, sino que solucionar mediante iniciativas como éstas”.
La autoridad regional agregó que “hay pocas cosas que llenan tanto de orgullo, que pueden contribuir en proyectos que están empujados desde la sociedad civil, en este caso por el Arzobispado. Lo mejor de todo es que tiene resultados a la vista. Quiero felicitar a monseñor y a todas las personas que se desempeñan aquí, especialmente a los trabajadores, por la calidad de su trabajo. De verdad, han pasado a tener un gran prestigio”.
Finalmente, Monseñor Chomali agradeció a la Seremi Parodi, precisando que “para nosotros es un apoyo importante. Cuando iniciamos este proyecto de lavandería, nos sentíamos bastante solos, porque siempre se dijo que este era un proyecto privado y poco a poco se han dado cuenta que es una actividad de servicio a la comunidad. El apoyo que se brinda ahora apunta a apoyar en materia de lenguaje”.
El Arzobispo recordó la importancia de la preocupación de la Iglesia de Concepción para desarrollar proyectos para insertar laboralmente a los jóvenes con síndrome de Down, en la zona. “Después de esta lavandería, tenemos un invernadero y estamos trabajando en una cafetería que vamos a inaugurar en agosto, porque estamos convencidos que estos jóvenes tienen grandes capacidades laborales. Convencidos que hemos desarrollado un método extraordinario de trabajo y, por lo tanto, es una manera de mostrar que nos interesa mucho continuar”, subrayó.
Fuente: Comunicaciones Concepción