Mensaje de Navidad de Mons. Galo Fernández
Es la manifestación de lo más grandioso que podamos imaginar en una apariencia pequeña y humilde. El Creador del Cielo y la tierra en un niño pequeño, envuelto en pañales y acostado en una pesebrera.
Un acontecimiento diminuto e imperceptible pero que justificadamente ha pasado a ser el punto central de la historia de la salvación. Un niño que ha nacido en un establo, porque no hubo acogida en la morada de los hombres, se nos ofrece como Señor y Salvador, Dios con nosotros. Quien es indudablemente el más grande y poderoso se ha revestido de la más radical pequeñez y fragilidad. No solo ha asumido nuestra condición humana, sino que en ella se ha identificado con los excluidos de nuestra tierra.
Esta solidaridad con los humillados no debe ser olvidada. No basta con alegrarse porque “Dios se hizo hombre”. Navidad nos debe remecer porque el Dios ha hecho una opción radical identificándose con quienes no encuentran espacio para vivir y desarrollarse entre nosotros. Navidad exige de nosotros una transformación. Para encontrar a Dios no debemos buscar en las alturas, sino aprender a descender y a valorar lo pequeño, lo humilde, aún más a los pequeños y humildes entre nosotros.
No te dejes llevar por la prisa y el aparataje comercial que tanto desvirtúan el profundo sentido de esta fiesta. Detente ante el pesebre y procura reconocer en el Niño de Belén el rostro de los últimos de esta tierra. Para que así la Navidad nos sacuda la indiferencia y nos ayude a descubrir la belleza de esta vida nueva que el dulce Niño de Belén viene a inaugurar.
Feliz Navidad,
+ Galo Fernández Villaseca
Administrador Apostólico Diócesis de Talca
Fuente: Comunicaciones Talca