Josep Vera, de la Diócesis de Osorno, coordinador nacional de CEVAS, dijo que realizan esta acción a través de la alegría, en un trabajo con niños y jóvenes, pero incorporando a la comunidad, incluso a los propios papás de los niños que participan en los centros vacacionales de invierno y verano, en las diócesis. Generalmente, la acción va dirigida a niños que muchas veces no tienen posibilidades de hacer vacaciones por falta de recursos.
“Nuestra tarea es preocuparnos por los niños, quienes no solo son el futuro, sino que queremos como Iglesia que sean personas bien formadas y, en ese sentido, trabajamos con ellos los valores cristianos, tan fundamentales para el servicio en la sociedad. Lo que hacemos en el Cevas es que sean personas con valores cristianos y que es algo esencial para construir una mejor sociedad. Valores de respeto mutuo, de equidad, de solidaridad, lo que se logrea con una oportuna formación desde la infancia”, afirmó Vera.
El dirigente resaltó que a Cevas se le reconoce “como la sonrisa de la Iglesia”, que una puerta de entrada de niños y jóvenes hacia la Iglesia, explicó. A nivel nacional trabajan con más de 5 mil niños. “Por ejemplo, en Osorno, trabajamos con 500 niños y, en Concepción, con más de 600 niños y así vamos sumando en cada diócesis. Son semillitas que nosotros les aportamos y que ellos van creciendo en la fe y esto se hace con amor. Cevas destaca por el carisma de repartir sonrisa y amor”, añadió.
Al concluir la jornada, Vera expresó que “los chiquillos se van renovados de alegría y de amor; renovados de fe para ir a compartir lo que aquí han aprendido. Estamos contentos y nos vamos fortaleciendo, porque teníamos Cevas hasta san Felipe y este año se incorporó Antofagasta y el desafío es poder llegar con este carisma a todo el norte”.
Joaquín Fierro, coordinador arquidiocesano de Concepción, dijo que el encuentro se desarrolló “con muchas ganas y con el desafío de asumir nuevas cosas para la Iglesia, trabajar con mayor por esta causa”, precisando que en Concepción funcionan 12 centros (Concepción, Talcahuano, Tomé, Hualqui, Yumbel, Monteáguila) y trabajan 80 monitores.
Cecilia Gómez, asesora diocesana de Magallanes, calificó el encuentro como experiencia enriquecedora, porque se han compartido muchas experiencias. Recordó que los Cevas nacen en Punta Arenas, el año 1971. “Hemos caminado 50 años, con alegría, con canto, compartiendo alimentos, catequesis; les organizamos su vida en tiempos de vacaciones, en la mayoría a niños vulnerables, que no tienen posibilidades de salir de sus casas a vacaciones”.
Durante el encuentro, los jóvenes recibieron el saludo especial de monseñor Fernando Chomali, a través de un mensaje grabado y también el saludo del padre Víctor Álvarez, vicario de Pastoral Juvenil, quien en emotivas palabras les dio la acogida. Asimismo, el Vicario de la Pastoral de la Arquidiócesis de Concepción, padre Mauricio Aguayo les envió una carta en que recuerda que la Iglesia “desde el año 1980, ha visto cómo el trabajo de los diversos centros en las distintas comunidades ha tomado fuerza, transformándose en instancias en las que convergen el servicio que entregan los jóvenes y espacios ganados para nuestros niños y niñas”.
Añadió que “en el año 2006, la coordinación diocesana de CEVAS decidió convocar y reunir a otros centros de otras ciudades en el marco de su aniversario n°25. Con alegría recordamos los inicios de lo que hoy vemos como floreciente realidad nacional que convoca a CEVAS desde San Felipe a Punta Arenas.
Manifestó, además, que “los CEVAS son una riqueza para nuestras Iglesias locales y este XIII Encuentro Nacional, que convoca a más de 200 jóvenes bajo el lema “Con Jesús y María guiando el camino de los CEVAS”, nos invita a seguir perseverando en este camino de servicio fraterno que renueva la Iglesia como Jesús la soñó.
El P. Mauricio concluyó su mensaje felicitando “a todos los que han llegado a este encuentro nacional, pero en especial a los jóvenes de los centros de vacaciones solidarios (CEVAS) de Yumbel y Monteáguila, quienes con espíritu lleno de servicio se han esmerado en la preparación previa y han participado en este Encuentro Nacional. En este tiempo, con tantos dolores por situaciones abusivas que ha quedado al descubierto, los animo a seguir trabajando por el anhelo compartido de hacer de la Iglesia un lugar de alegría y esperanza, de respeto y cuidado para tantos niños y sus familias; entreguen siempre lo mejor de ustedes”.
Fuente: Comunicaciones Concepción