Roberto Villalobos, director técnico de Ciudad del Niño, dio a conocer que “con mucho orgullo se realizó una capacitación, que se ha preparado desde hace un tiempo, y que fue dirigida a directores y un par de profesionales por programa y, de manera especial, se ha hecho participar a los propios los niños y jóvenes de los distintos programas”, afirmó.
Explicó que se trata de una capacitación sobre talentos que dictó Ives Richez, antropólogo francés que viajó directamente a trabajar el tema, que resultó muy interesante y muy coherente, con lo que la fundación ha venido impulsando, en el último tiempo.
En la jornada participaron 37 personas, entre directivos, profesionales y niños de la fundación y a juicio de Villalobos, tendrá efecto multiplicador. “Esperamos que los profesionales entreguen este aprendizaje al resto del programa y que los niños puedan servir como monitores para sus compañeros que participan en todos nuestros programas”, comentó.
Explicó que el desafío de este programa apunta fundamentalmente a “potenciar los talentos de cada uno de los niños, niñas y jóvenes de los programas con que cuenta Ciudad del Niño. Es hacerles ver que ellos tienen muchas cosas buenas y con ellas, pueden generar mucho trabajo y pueden contaminar positivamente a sus compañeros de casa y del colegio”.
Villalobos dijo que esta innovación responde a la política pública de querer mejorar la situación que viven los niños que, en su mayoría, reciben apoyo de SENAME. “Pero fundamentalmente esto responde a la planificación propia que la Fundación tiene para el trabajo con cada uno de los niños y el personal. Por eso, hemos dado énfasis, este año, de trabajar las competencias, los talentos. Queremos hacer participar nuestros niños y empaparlos de este aprendizaje tan importante para ellos”, subrayó.
Recordó que la fundación puso en marcha un plan estratégico de desarrollo del trabajo que realiza con más de mil doscientos niños y jóvenes, distribuidos en once programas, algunos residenciales y otros ambulatorios. “Eso da cuenta de cuáles son los objetivos de mediano plazo y en la medida que lo vamos haciendo, tendemos al desarrollo de la organización como de las personas que participan de esta organización”, expresó, indicando que los niños que están en régimen de residencia van desde los 6 a los 17 años y los ambulatorios desde los cero año hasta los 17 años.
Precisó que el desafío del proceso es que los niños que están en residencia puedan lograr la reinserción socio familiar; en los programas ambulatorios hay dos líneas, por un lado, el área preventiva, cuyo objetivo es detectar precozmente las vulneraciones y hacer lo posible para que no se agraven y, por otra parte, hay programas ambulatorios especializados, con carácter reparatorio, cuando los niños han sufrido vulneraciones graves y es importante la reparación social y sicológica de ellos. Para ello, la fundación cuenta con un equipo de 250 personas, con profesionales como trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, sicopedagogos, sicólogos y abogados.
Experto
Jean Warnier es un joven misionero francés, que se encuentra trabajando en la Fundación Ciudad del Niño, gracias a la vinculación con FIDESCO, organización católica de solidaridad. Lleva cerca de dos años colaborando con la fundación y gracias a su gestión y contactos, se logró que llegara a Concepción el antropólogo francés Ives Richez y dictara el curso sobre talentos.
“Soy misionero y vine acá para apoyar la Ciudad del Niño, en el área de recursos humanos, particularmente hago desarrollo de recursos humanos y hace poco me encontré con un antropólogo francés, investigador en el tema de los talentos y las aptitudes naturales y me ofreció dictar talleres. Son tres días para trabajar con los directores de programas, los profesionales, para ayudar a que ellos mismos puedan encontrar sus aptitudes naturales, pero que también logren detectar esos talentos en los niños y jóvenes, porque un niño que logre percibir sus aptitudes naturales y como actor de esas aptitudes pueda lograr dar como una dirección o sentido a su vida”, manifestó.
Expuso que cuando una persona “logra detectar qué puede hacer de manera natural y evidente y si logra encontrar una coherencia entre eso y la actividad de todos los días, le ayuda mucho en poder ser competente, pero también motivado y no generar tensión en lo que hace. Por ejemplo, estudiar ingeniería comercial, porque sus padres le dijeron que tenía que serlo para tener dinero, pero a los 40 años, eso no lo hace feliz, no le gusta, sino que más bien genera frustración. Por eso, si uno logra detectar eso cuando sé es niño, y los padres pueden ayudar, en ese sentido, se logra dar una dirección a su vida, de manera más coherente”.
Sostuvo que todas las personas tienen talentos. “En el mundo occidental tenemos una idea un poco falsa del talento y se piensa que el talento es lo extraordinario y más bello, pero Richez ha investigado, con más de 15 años de estudios y ha estado en distintas partes del mundo, que el talento es algo que produce un resultado y no tiene que ser algo extraordinario. Todos tenemos aptitudes naturales que pueden ser interpersonales, pero también kinestésico, musical, naturalista, etc. Él ha escogido como diez aptitudes naturales y cada uno tiene dos o tres aptitudes como bien naturales o innatas, se nace con ellas y lo importante es que la persona pueda desarrollarlas”, concluyó.
Fuente: Comunicaciones Concepción