El grupo de voluntarias prepara el “rico puchero” que luego comparten con quienes habitualmente allí almuerzan, con la particularidad que la mayoría de estas raciones son llevadas a los vecinos que viven solo, enfermos y en muchos casos postrado. Una hermosa tarea que sobrevive también gracias a la solidaridad de feriantes, vecinos, panaderías y por supuesto el amor de todas las voluntarias que se turnan para que la vianda no le falte a nadie.
El objetivo de invitar a los hermanos haitianos, es crear espacios de acogida, integración, comunión, promoción y protección para todos los hermanos Migrantes que han llegado a nuestras tierras en busca de un futuro mejor para ellos y sus familias. En este fraterno compartir, dos jóvenes de Pastoral Social de Caritas Linares, interpretaron parte de su repertorio con alegres ritmos andinos.
La Sra. Luz Elena Morales, activa voluntaria del Comedor, señaló: “Queremos unirnos desde nuestras pobrezas y necesidades en este compartir, que es la riqueza de nuestra humanidad”.
Por su parte Don Ibar Huerta, Diácono, quien de manera permanente acompaña a este grupo, a nombre de Monseñor Koljatic y la Pastoral Social Caritas Linares, para quienes la acogida y acompañamiento de los hermanos migrantes es una prioridad; Agradeció la constancia de las voluntarias y el amor que añaden como ingrediente principal en cada colación que entregan. Como lo decía Santa Teresa de Ávila “Dios está en todas partes, incluso entre los pucheros de la cocina”
Fuente: Comunicaciones Linares