El pasado sábado 26 de mayo se vivió el
Encuentro Decanal de Jóvenes de Confirmación, del decanato San Antonio Abad. Bajo el motivo
“Iglesia en acogida: fui extranjero y me recibiste”, 34 jóvenes en proceso de preparación para recibir el sacramento de la Confirmación se congregaron en la parroquia Cristo Rey, a las 15 horas.
Participaron de esta jornada los jóvenes de las parroquias Sagrado Corazón, Santa Inés, Cristo Rey y del Instituto Inmaculada Concepción de Valdivia. La actividad fue acompañada por el presbítero Pedro Gil, asesor de la Pastoral Juvenil Diocesana y la Pastoral de Educación Superior, junto con Álvaro Martínez, Hilda Scherwter y Fabián López.
En este encuentro,
dos hermanos inmigrantes dieron su testimonio sobre las experiencias de vida en nuestro país. Luis Enrique Morales, hermano proveniente de Venezuela, contó sobre la acogida que tuvo por parte de la comunidad de la parroquia Sagrado Corazón, mientras que Iván Rojas, hermano proveniente de Colombia, entregó su experiencia como católico en su patria natal comparada con la que vive en Chile, invitando a los jóvenes a
“hacerse partícipe y no quedarse en silencio, pues lo que la Iglesia necesita son jóvenes”.
También habló
David Espinoza Moraga, integrante de la pastoral migrante,
quien presentó el proyecto de la casa de acogida para migrantes que está levantando nuestra diócesis, junto a la nueva oficina de atención que pronto se inaugurará en el Obispado de Valdivia. Instó a la juventud a ser respetuosos y a acoger a los hermanos migrantes, promoviendo acciones concretas y cristianas de solidaridad para con todas las personas, especialmente con las más vulneradas.
Otra actividad que se realizó en la jornada fue el presentar,
varios titulares noticiosos sobre la contingencia de nuestra Iglesia, tanto chilena como universal, donde se trabajó en grupos a través de preguntas de reflexión abordando temas como abusos, robos de dinero y otros escándalos que nos han azotado en el último tiempo.
Finalmente, a través del plenario, los y las participantes demostraron la claridad con que ven el presente de nuestra Iglesia, junto con el deseo de ser los protagonistas de los cambios que esta necesita.
Se instó a los jóvenes a no sentirse el futuro de la Iglesia, sino saber que son el presente, y que su participación es fundamental.
La jornada finalizó con una oración esperando que los frutos recogidos en palabras y testimonio se conviertan en acción para el devenir de nuestra Iglesia.
Fuente: Comunicaciones Valdivia