En su editorial del sitio web del Episcopado
www.iglesia.cl, el obispo castrense recuerda que cuando los obispos chilenos contaron al Papa Francisco, en febrero pasado durante la visita Ad limina, su intención de celebrar un Congreso Eucarístico Nacional el año 2018, el Pontífice "se alegró y nos animó a llevarlo adelante. Aún no teníamos la noticia de su visita a Chile y al Perú. Ahora, su venida a nuestra tierra marcará el comienzo y dará el vamos a este Congreso, tiempo de gracia para la Iglesia y el país".
Recuerda Mons. Silva que en 1980 tuvimos el último Congreso Eucarístico: "Muchas personas recuerdan lo gratificante que fue para todo Chile, en momentos complicados de nuestra vida social, recibir en los hogares la visita de un «Cristo Peregrino» que nos convocaba a la Eucaristía, a vivir la fe en comunidad y a construir un Chile en paz".
Y agrega: "Hoy, como nunca, la espiritualidad se nos diluye, entre otras razones, por la presión que la vida de cada día nos impone. Frente al frenesí de la vida, la solución no es detenernos ante «algo». Esto es lo que precisamente nos llena de ansiedades y deseos no satisfechos, pues los bienes materiales que nos presentan –sobre todo ahora en Navidad– no logran otorgarnos aquella paz, aquellas relaciones interpersonales y aquel sentido de vida que nos hace felices".
Encuentro con Cristo que se prolonga en la solidaridad
El Presidente de la Conferencia Episcopal explica que "es hora de contemplar a «Alguien», no a cualquiera, sino a Jesús que sale a nuestro encuentro para ofrecerse en diálogo y, por la Eucaristía, en Palabra que da sentido y en Alimento que fortalece nuestro caminar". En este sentido, profundiza que el Congreso Eucarístico es "tiempo y espacio salvífico, porque es encuentro con el Salvador. Es recuperación del sentido de la vida y de la experiencia de comunidades alimentadas por la Palabra. La contemplación, si es auténtica, se transforma en «testimonio» y en «salida misionera» con el rostro impregnado del Resucitado gracias a la Mesa de la Palabra y de la Eucaristía compartida como hermanos en la fe y ciudadanos de este Chile".
Recordando la cita de san Alberto Hurtado «¡Mi Misa es mi vida, y mi vida es una Misa prolongada!», Mons. Santiago Silva hace hincapié en que la vivencia del misterio de la Eucaristía se prolonga en solidaridad, "porque alimenta el seguimiento de Aquél que se hizo uno de nosotros para compartir con nosotros el sentido de la existencia y revelarnos la vocación y dignidad de toda persona y de su destino final junto al Padre Dios. La vivencia del misterio de la Eucaristía nos impulsa a ser cada vez más una Iglesia en salida para escuchar, anunciar y servir, como nos piden nuestras Orientaciones Pastorales".
De marzo a noviembre de 2018
Adelanta el Presidente de la CECh que el Congreso Eucarístico se desarrollará desde marzo a noviembre de 2018, luego de la visita del Papa Francisco a nuestro país. "Tendremos la gran oportunidad como nación y en nuestras diócesis, parroquias y capillas reunidas en torno a la Eucaristía de profundizar el mensaje que nos deje el Papa. La reflexión sostenida de su mensaje sin perder de vista los contextos socio–políticos de nuestro país, y la fuerza de gracia propia de la Eucaristía nos transformarán en testigo de la Buena Noticia y en constructores de una sociedad traspasada por los valores del Reino".
Se pregunta monseñor Santiago Silva: "En el año que celebramos los 200 años de independencia (2018), ¿por qué no trabajar intensamente en torno a bases mínimas de acuerdo social, junto a todos los chilenos de buena voluntad, para hacer de «Chile, un hogar para todos»? ¡El país y sus desposeídos lo reclaman a gritos!"
El Presidente de la Conferencia Episcopal concluye su editorial manifestando que "la visita del Papa Francisco y el Congreso Eucarístico que la continúa, significarán –Dios mediante– un programa concreto y renovados impulsos para que la patria que celebra su aniversario doscientos se replantee y proyecte en su vocación de respeto, fraternidad y equidad".
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Fuente: Prensa CECh