Culminando la Semana Social 2017: Feligreses de Aysén celebraron la I Jornada Mundial de los Pobres
Culminando la Semana Social 2017: Feligreses de Aysén celebraron la I Jornada Mundial de los Pobres

El pasado domingo 8 de octubre, la Iglesia de Aysén culminó la Semana Social 2017, en la comunidad Jesús Nazareno de Coyhaique, celebrando la I Jornada Mundial de los Pobres, con una hermosa eucarística organizada por la Pastoral Social del Vicariato Apostólico de Aysén, con el fin de compartir con las personas más vulnerables.

El Papa Francisco al finalizar el Año de la Misericordia en noviembre de 2016, exhortó a las comunidades cristianas a celebrar el próximo 19 de noviembre la I Jornada Mundial de los Pobres: “que esta nueva Jornada Mundial se convierta para nuestra conciencia creyente en un fuerte llamamiento, de modo que estemos cada vez más convencidos de que compartir con los pobres nos permite entender el Evangelio en su verdad más profunda. Los pobres no son un problema, sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir la esencia del Evangelio.” anunció el pontífice.

La Iglesia de Aysén, adelantó este día ya que para la fecha fijada por el Santo Padre será en Chile un día electoral, situación que afectará la relevancia eclesial que merece tan significativa Jornada.

La santa misa fue presidida por el padre obispo, Luis Infati de la Mora, quien recalcó el tema del empobrecimiento durante su homilía: “esta semana que acaba de terminar, hemos querido celebrar en Aysén la Semana Social, con este subrayado del Papa Francisco: los empobrecidos y la madre tierra, el grito de ellos es un solo grito; un grito de clamor, un grito que dice >>¡Sálvame porque estoy herido!<<. La pobreza no es casualidad, es fruto de una acción humana (…). Es una situación que creamos hacia alguien, llámese persona, familia o sector social. Hay pueblos enteros muriéndose de hambre, que están martirizados y torturados por la violencia, el odio y la guerra. Ahí surge un grito: <<¡Señor sálvanos!>> y el Señor es sensible y es Dios, por lo que responde a través de nosotros, en la medida en que sabemos escuchar este grito”.

“El hermano sufre por muchos motivos. En él deberíamos ver el rostro de Cristo, escuchar su grito y responder como Jesús lo haría; si vemos el Evangelio, Jesús nunca quedó indiferente frente al hermano necesitado”, expresó el padre obispo.

Asimismo, resaltó: “San Juan nos dice que el que odia a su hermano es un homicida, es decir, lo mata. El Papa Francisco nos dice que quitarle los bienes que el pobre necesita, quitarle el agua, el alimento, la justicia, el trabajo no es sólo un robo, es un homicidio. Por lo tanto, como iglesia, el Papa Francisco nos dice que: >>desde la fe, no se hagan los sordos ni los indiferentes, no miren por el otro lado. Acérquense, en nombre de Dios, para responder a estos gritos de hoy<<”.

A su vez, como el Papa lo hace en su mensaje, el padre obispo llamó a reconocer al pobre como un sacramento: “si tenemos la fe, para reconocer en la eucaristía el cuerpo de Cristo el cual recibimos, deberíamos tener exactamente la misma fe para tocar con nuestra mano el cuerpo de Cristo sufriente, en el hermano que sufre en el pobre”.

Durante la procesión de ofrendas se entregaron signos de lo que representa la madre tierra y los empobrecidos: un pan, una canasta de alimentos, un macetero con tierra y la carta pastoral del padre obispo Luis Infanti “Danos hoy el agua de cada día”.

La encargada de la Pastoral Social, Flor Quiroz, manifestó que esta I Jornada Mundial de los Pobres se realiza con el objetivo de “vivir todos los sacramentos, especialmente el sacramento de la hermana y del hermano más pobre con los cuales Dios nos convoca a vivirlo no sólo una vez al año, sino también el llamado es a vivirlo como una práctica de vida, todos los días como nos dice el Evangelio >>”tuve hambre me diste de comer, tuve sed me diste de beber”<< estas dos frases simbolizan un poco el hambre y la sed de tantos hermanos y hermanas que claman justicia, solidaridad, la justa distribución de los bienes y el amor que estamos llamados a saciar como cristianos y cristianas”.

Por último, la señora Iberia Sandoval manifestó sentirse identificada con el mensaje que transmitió el obispo al momento de su homilía: “los pobres tienen un rostro y en nuestra región son niñas, niños, mujeres, hombres y adultos mayores y todas aquellas personas que son vulnerables. Nos llamó, al cuidado de la madre tierra como al cuidado de los más pobres”.

Concluida la misa, los agentes pastorales: Pastoral Social Cáritas, Pastoral Obrera, Pastoral de la Salud, Pastoral de los Migrantes, la Pastoral Penitenciaria, la Pastoral del Adulto Mayor y los equipos de Ayuda Fraterna, compartieron un fraterno almuerzo con los pobres presentes, oportunidad en que el padre obispo agradeció y felicitó su valiente y constante labor de solidaridad y misericordia.

Fuente: Comunicaciones Aysén
Coyhaique, 12 de Octubre, 2017
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