El Papa: “Religiosos, ustedes son signo del amor de Dios y la promesa de un nuevo inicio para Colombia”
“El Señor ha puesto su mirada sobre Colombia: ustedes son signo de ese amor de predilección. Nos toca ofrecer todo nuestro amor y servicio unidos a Jesucristo, nuestra vid. Y ser promesa de un nuevo inicio para Colombia, que deja atrás diluvios de desencuentro y violencia, que quiere dar muchos frutos de justicia y paz, de encuentro y solidaridad.”, lo dijo el Papa Francisco en el Encuentro con sacerdotes, religiosos y religiosas, consagrados y consagradas, seminaristas y sus familias congregados el segundo sábado de septiembre, en el Centro de eventos La Macarena de Medellín, en el marco de su 20° Viaje Apostólico a Colombia.
Comentando un pasaje del Evangelio de San Juan que fue proclamado en la celebración, el Santo Padre dijo que, la alegoría de la vid verdadera se da en el contexto de la última cena de Jesús. “En ese ambiente de intimidad, de cierta tensión pero cargada de amor – afirmó el Pontífice – el Señor lavó los pies de los suyos, quiso perpetuar su memoria en el pan y el vino, y también les habló a los que más quería desde lo hondo de su corazón”. En esa primera noche «eucarística», en esa primera caída del sol después del gesto de servicio, agregó el Papa, Jesús abre su corazón y les entrega su testamento.
Agradeciendo a los consagrados que dieron sus testimonios, y citando el numeral 29 del documento de Aparecida, el Papa Francisco dijo que, la propia historia vocacional inicia con la experiencia de Jesús que sale a nuestro encuentro, que nos primerea y que de ese modo nos ha captado el corazón. «Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo».
Muchos de ustedes, jóvenes, alentó el Obispo de Roma, habrán descubierto este Jesús vivo en sus comunidades; comunidades de un fervor apostólico contagioso, que entusiasman y suscitan atracción. Porque, “los jóvenes – precisó el Pontífice – son naturalmente inquietos y, si bien asistimos a una crisis del compromiso y de los lazos comunitarios, son muchos los jóvenes que se solidarizan ante los males del mundo y se embarcan en diversas formas de militancia y voluntariado”. Esa es la vid a la que se refiere Jesús en el texto que hemos proclamado, puntualizó el Papa, la vid que es el «pueblo de la alianza». Y esta vid —que es la de Jesús— tiene el atributo de ser la verdadera.
Continuando con la explicación de la alegoría de la vid del Evangelio de San Juan, el Santo Padre dijo que, Dios no sólo corta, sino también Dios limpia la vid de imperfecciones. Tenemos en Colombia ejemplos de que esto es posible, afirmó el Pontífice, pensemos en santa Laura Montoya, una religiosa admirable cuyas reliquias tenemos con nosotros y que desde esta ciudad se prodigó en una gran obra misionera en favor de los indígenas de todo el país. Solo aquel que descubre la buena noticia es capaz de esto dijo el Papa, y la buena noticia es que Él – Jesús – está dispuesto a limpiarnos, que no estamos terminados, que como buenos discípulos estamos en camino. Además, Jesús nos invita a permanecer en Él agregó el Papa Francisco, y permanecer no significa solamente estar, sino que indica mantener una relación vital, existencial, de absoluta necesidad; es vivir y crecer en unión íntima y fecunda con Jesús, fuente de vida eterna. Y sólo se puede permanecer en Jesús: tocando la humanidad de Cristo, contemplando su divinidad, para vivir en la alegría.
Revisa el texto completo del discurso del Papa Francisco.
Fuente: News.va