La actividad se realizó en la sede de la entidad, ubicada en Galería Alessandri de la ciudad, donde el presidente de la fundación, padre Hernán Enríquez destacó que el objetivo que mueve a la institución es la de solidarizar, con ayuda concreta, a alumnos de universidades, institutos profesionales y otros centros de educación superior, con diversos elementos que contribuyan a su mejor desenvolvimiento en la formación de futuros profesionales. En ocasiones anteriores han sido entregados textos de estudios que, muchas veces, los estudiantes no disponen de los recursos para adquirirlos. En esta oportunidad, los 26 estudiantes recibieron una mochila con diversos implementos como cuadernos, pendrive, entre otros, que se les será de gran ayuda como lo manifestaron los propios alumnos.
El padre Hernán precisó que recibieron este apoyo alumnos de la UCSC. Universidad del Bío Bío, Universidad de Concepción, DUOC UC, Instituto Santo Tomás, Universidad Santo Tomás y el Seminario Metropolitano de Concepción. “La idea es ir profundizando en el servicio que hacemos, que es en ayuda de aquellos jóvenes de escasos recursos que necesitan algún respaldo para poder avanzar en sus estudios. Si bien Chile tiene un avance importante con la gratuidad en la educación superior, pero los jóvenes siguen necesitando apoyo de distintas instancias”, manifestó.
Gustavo Toledo Avendaño, director de la Fundación y académico de la Universidad del Biobío, reconoció que “hay muchos estudiantes que necesitan ayuda y nosotros somos un espacio para ayudarlos y como académico puedo dar testimonio que muchos alumnos necesitan un gran apoyo. Es cierto que tenemos bastante ayuda del Estado, pero hay muchos otros gastos menores que las familias no pueden solventar. Acá, estamos aportando con un granito de arena, con cosas prácticas que utilizan los muchachos y esperamos que les ayuden en sus estudios”.
Pedro Aedo, alumno de Licenciatura en Ciencias Religiosas y Estudios Eclesiásticos de la UCSC manifestó que es una gran ayuda. “Yo tengo tres hijos estudiando y para mí ha sido un esfuerzo grande para volver a estudiar, por lo tanto, este apoyo se recibe con mucho cariño y con una enorme gratitud, porque esto me aliviana la carga”, afirmó, haciendo un llamado a que otras personas puedan unirse a la fundación y colaborar para que otros jóvenes puedan ser apoyados.
Jennifer Matamala, alumna de Ingeniería Civil Mecánica de la UBB, sostuvo que los elementos entregados son de gran utilidad para todos. “Esta es una gran iniciativa y lo que acaban de entregar nos servirá mucho para nuestros estudios. Lo que hace esta fundación es muy valioso, porque lo hacen sin esperar nada a cambio y me gustaría, si me va bien en el futuro, me gustaría aportar para que otros compañeros puedan tener este tipo de ayuda”, enfatizó.
Gilberto Matuz, seminarista, dijo que “es muy interesante el trabajo que hacen; es silencioso, pero muy significativo y quienes forman esta fundación son académicos que están cerca de los alumnos y pueden percibir cuáles son las necesidades de los alumnos, lo que tiene un gran valor al momento de enfrentarse al proceso de estudios, que son elementos de uso cotidiano para la formación”.
Fuente: Comunicaciones Concepción