En el marco del Mes de la Solidaridad, la
Pastoral Carcelaria de la Arquidiócesis de La Serena realizó un compartir solidario junto a los internos del Centro Penitenciario de Huachalalume, especialmente con quienes participan constantemente de las actividades y celebraciones que efectúa la agrupación voluntaria.
En tanto el diácono asesor de la Pastoral Penitenciaria, Enrique Abricot, quién además sirve en la comunidad “San José de Juan Soldado” de Las Compañías, enfatizó que "más que un mes, estamos durante todo el año acompañándolos.
Ellos necesitan saber que hay un Dios que los ama y que existe la misericordia. En el encierro hay familias involucradas, en donde al estar un integrante de ellos en este lugar, todos se sienten en la misma condición. Hay muchas cosas que suceden, como el descubrir la maternidad y todo lo que ello conlleva. La cárcel es donde se encuentran los leprosos del nuevo mundo, porque nadie quiere estar cerca, pero nuestro deber es recordar que Jesús acudió a los enfermos para entregar su Palabra. Buscamos ayudarlos a levantarse para que la sociedad los vuelva a aceptar, en un trabajo silencioso, lento, pero que entrega hermosas recompensas”.
En el mismo sentido, Alejandra Pizarro, quién por más de 25 años forma parte de la esta pastoral, expresó que “a través de los años
he aprendido que una de las razones que los lleva a estar en esta situación es la falta de amor. La gran mayoría provienen de familias fracturadas o dañadas por el alcohol, drogas y/o maltratos. Cuando estamos con ellos los tratamos de la misma manera que como si estuviéramos con algún hermano o familiar. Ellos acá sienten frío, hambre y sed de la Palabra del Señor. Nosotros no les traemos cosas materiales, sino que oídos atentos y una voz de esperanza”.
Fuente: Comunicaciones La Serena