Mons. Pablo Lizama Riquelme, Arzobispo de Antofagasta: "Gracias por sus oraciones y acción Pastoral que me acompañaron estos más de trece años"
“Agradezco a cada uno de ustedes, por estar presente hoy, por darse el tiempo de venir a esta Misa, por acompañarme con sus oraciones y acción pastoral durante mis 13 años como Arzobispo de esta Iglesia nortina”, manifestó en su Misa de Agradecimiento.
En la Eucaristía, estuvieron presentes autoridades civiles, militares, el rector de la UCN, junto a otros integrantes de dicha casa de estudios superiores, delegación de la Fuerza Aérea, Carabineros, Armada, PDI y del Ejército. Y también participaron representantes de las comunidades parroquiales de Mejillones, Tocopilla, Taltal y Baquedano. Junto al Arzobispo, Mons. Óscar Blanco, Obispo de calama y los sacerdotes de la Arquidiócesis.
Durante la homilía Monseñor recordó sus 50 años de sacerdocio y todos los años que ha servido como obispo y arzobispo de esta Iglesia chilena. Ocasión en que Mons. Lizama señaló: “viéndolos y conociéndolos a muchos de ustedes, veo que son tan distintos, en nuestra misma ciudad de un sector a otro la gente es tan distinta; y a la vez me pregunto cuál será el Chile que queremos cada uno de nosotros… Debe ser un Chile donde tengamos una verdadera inclusión, donde todos puedan ser parte de esta nación, que el Señor nos confió, y así también, ser parte de la iglesia, a nosotros cuando pequeños nos enseñaron que había como una pirámide en la iglesia, donde en el vértice superior estaba el Santo Padre, luego Cardenales, Obispos Arzobispos y el pueblo fiel. El Concilio Vaticano II, nos dio otra imagen de la Iglesia, lo que importa es el pueblo de Dios, que camina entre desiertos, soledades, dolores y alegrías profundas ese pueblo de Dios, es lo más importante en nosotros, por ese pueblo debemos trabajar cada día”.
Además el Arzobispo de Antofagasta, en su Misa de Agradecimiento expresó: “somos un pueblo mariano por eso en nuestras celebraciones, siempre la imagen de la Virgen ocupa un lugar importante, es así que se recibió con un canto a la patrona y madre de nuestro país. Que en esta Eucaristía fue acompañada por los caporales de los bailes religiosos de nuestro Arzobispado. La Iglesia siente esta presencia materna de María, ella quería ayudarnos a vivir en paz con nuestra conciencia, como hermanos de los demás, a buscar siempre el bien común”.
En esta ocasión, la comunidad Antofagastina como muestra de la solidaridad y preocupación de Monseñor por los más necesitados, se entregaron como ofrenda tres mediaguas, que irán en ayuda de tres familias más vulnerable de los campamentos.
Cabe indicar, que antes de la Misa, en representación de las Fuerzas Armadas y de Orden, la banda del Ejército le rindió un homenaje; en tanto, al concluir la celebración litúrgica, la Tuna de la Universidad Católica del Norte, también homenajeó a Mons. Pablo Lizama.
Fuente: Comunicaciones Antofagasta