Una de ellas fue la visita que el mediodía de este viernes realizó el obispo Carlos Pellegrin, junto al equipo del área social del Obispado de Chillán, a los pacientes de la Unidad de Neurología del Hospital Herminda Martín, donde pudo entregar la bendición tanto a los profesionales de la salud que trabajan en este servicio, como a los mismos enfermos.
“Como siempre el Señor toca todos los corazones… nos encontramos con algunos enfermos que son muy católicos, otros evangélicos, algunos no creyentes, pero para todos ellos el mensaje de solidaridad que nos regala el Padre Hurtado es el mismo y muy significativo. Esperamos que esta visita traiga mucha paz, alegría y bienestar a los que también trabajan acá”, subrayó el pastor diocesano, quien concluyó su recorrido con una eucaristía en la capilla del mismo recinto asistencial en presencia de las Damas de Celeste y rosado.
El Día Nacional de la Solidaridad, continuó en la tarde con la tradicional misa junto a instituciones de voluntariado y comités de acción fraterna que trabajan en la provincia de Ñuble, la que fue celebrada en la Catedral de Chillán. Tal conmemoración, en la que además participaron delegaciones de colegios diocesanos, tuvo un carácter simbólico al recodar a San Alberto Hurtado, oportunidad que aprovechó el obispo para “dar gracias por el servicio de estas instituciones y orar para perseverar aún en medio de los obstáculos para ser esa mano extendida que es la salud, el amor, la solidaridad y la fraternidad a la que nos invita el Padre Hurtado”, indicó.
Cabe recordar que el Mes de la Solidaridad fue instaurado por la Iglesia chilena en virtud de la proyección del amor fraterno dentro de nuestra sociedad, a la luz de la vida y obra del Padre Alberto Hurtado, quien falleció el 18 de agosto de 1952. De ahí que en el año 1994, esa fecha haya sido instaurada por el Congreso como el Día Nacional de la Solidaridad.
“Nada humano me es ajeno”
La eucaristía y la visita a los enfermos, fueron una instancia más del programa del Mes de la Solidaridad que la Iglesia en Chillán ha estado impulsando durante agosto, bajo el lema diocesano
“Nada humano me es ajeno” y donde se invita a la comunidad durante todo este tiempo a vivirlo inspirado en la figura de San Alberto Hurtado, santo chileno que siempre luchó por la justicia social.
La semana pasada, durante la noche del jueves 10, el obispo dio el vamos al Mes de la Solidaridad, visitando a personas en situación de calle que pernoctan en distintos puntos de la ciudad. Las últimas dos actividades, se llevarán a cabo el próximo miércoles 23 de agosto con la “Cena Solidaria para Inmigrantes” que ofrecerá el personal del Obispado a las 19.00 horas en Casa Tabor; y el viernes 25, se visitarán las obras de la 1ª etapa del Santuario de San Alberto Hurtado, a partir de las 12.00 horas.
Fuente: Comunicaciones Chillán