La celebración contó con la presencia del Obispo, Mons. Celestino Aós, el párroco, P. Enrique Moreno sscc, el Superior de la comunidad religiosa, P. Javier Cárdenas, P. Gabriel Horn, además del alcalde, Isaías Zavala y concejales de la comuna.
Antes del tradicional corte de cinta y tras un breve recorrido por la historia de la capilla, el P. Enrique agradeció la gestión de la comunidad y de las autoridades en la recuperación del templo, después de haber sido intencionalmente incendiada, primero su salón y en 2014 la capilla.
Al inicio de la eucaristía el Obispo y el párroco rociaron agua bendita sobre las paredes de la capilla, dedicada al primer santo chileno.
"El templo tiene que ser una instancia de alegría"
Así lo dijo Mons. Aós en su homilía ante los fieles que a pesar del frío repletaron el templo, agregando que "a la capilla voy a encontrarme con la comunidad y con el Dios de la bondad, de la vida, de la justicia". Dijo que en este encuentro "se produce el cambio, con el tiempo, que nos va santificando, y para al mismo tiempo, santificar este lugar; que este lugar sea santo, con nuestra devoción". Destacó el ejemplo del Padre Hurtado, "que hizo muchas cosas pero que también pasó muchas horas rezando frente al Sagrario". Concluyó recalcando que la misa "termina con el envío: la paz y la verdad que hemos vivido aquí, llevémosla a la vida, hagamos ese compromiso: hacer las cosas bien al servicio de Dios y de los hermanos".
Después de la misa hubo una convivencia en el flamante nuevo salón parroquial, donde los presentes disfrutaron de un abundante y delicioso cóctel.
"Que desde aquí se pueda comunicar el evangelio en nuestra ciudad"
El p. Enrique declaró que al asumir la parroquia en marzo pasado, se encontraron con que esta capilla se estaba reconstruyendo. "Cuando vinimos a conocerla, quedamos felices de ver que se estaba haciendo una obra tan hermosa, y hoy comprobamos que es aún más hermosa de lo que imaginamos", contó.
Subrayó la solidaridad de mucha gente, el empeño de la comunidad local, el apoyo de agencias extranjeras, el compromiso del Obispado y de las autoridades. "Como dijo el obispo, lo más importante no es tener una hermosa capilla, sino tener una comunidad viva que ocupe este lugar, que lo haga santo, y que desde aquí se pueda comunicar el evangelio en nuestra ciudad", señaló. También destacó la campaña del sobre que se realizó en la Asamblea diocesana de 2015, en que las delegaciones de todas las parroquias aportaron para apoyar la reconstrucción de esta hermosa capilla.
Fuente: Comunicaciones Copiapó