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Presidida por el Obispo, se celebró en la Catedral de Copiapó la misa por el Día de los Trabajadores. Lo acompañaron el Vicario Pastoral y encargado de la Pastoral de los Trabajadores y Temporeros, el P. Guido Castagna, el sacerdote salesiano p. Luis Burgos y el diácono Ricardo Rojas.

En su homilía, el Obispo reiteró el llamado a la construcción de un país con mayor justicia. "Si hay un abuso en la distribución de los recursos en beneficio de unos pocos a costa de muchos, tenemos que luchar por corregir estas situaciones, en diálogo, con sabiduría y espíritu de colaboración" y enfatizó que "con la violencia no se defienden los derechos".

"Jesús nos enseña que el trabajo es para Dios" señaló, y dijo que "hacer bien el trabajo es la primera muestra de solidaridad, porque trabajamos para un hermano, que es igual en dignidad", recalcando que "el trabajo conecta nuestras mentes y nuestros corazones". Finalmente señaló que "este pan y este vino que traemos al altar lo han hecho otros trabajadores, y en ellos ponemos la vida, los dolores, las alegrías y aspiraciones de todos los trabajadores y también de los que no tienen trabajo".

Después de la homilía, el Obispo bendijo las manos de los presentes en la asamblea.

La eucaristía estuvo a cargo de la Pastoral de los Trabajadores, y fue ocasión para conmemorar los 40 años de la Pastoral Obrera, destacando su aporte en la lucha por los derechos de los trabajadores en la historia reciente del país.

Después de la misa, como ya se ha hecho tradición, los asistentes compartieron una convivencia en el patio del Obispado.

Fuente: Comunicaciones Copiapó

 Día de los Trabajadores en la Catedral de Copiapó