El destino de tus aportes
Cada año, Cuaresma de Fraternidad nos invita a una conversión del corazón, que se manifiesta en actos concretos de solidaridad. De los $929.384.736.- que se recaudaron en el 2016, alrededor de $557 millones quedaron en las diócesis, $278 millones conformaron el Fondo Nacional y $92 millones se destinaron a los gastos operacionales.
Fortalecimiento Diocesano
El noventa por ciento de los recursos obtenidos por la campaña va destinado a todas las diócesis del país. Una parte muy significativa se orienta al desarrollo de iniciativas de acogida y desarrollo social en cada una de las diócesis, en tanto el resto es concursable a través de proyectos específicos, mayoritariamente en el ámbito de salud, una de las preocupaciones centrales de las personas de la tercera edad.
Fondo Nacional de Cuaresma
El Fondo Nacional de Cuaresma de Fraternidad es una instancia de carácter solidario y redistributivo, que permite financiar proyectos sociales y pastorales de intervención desarrollados por diversas instituciones y fundaciones de Iglesia en todo Chile y que cuentan con el respaldo de sus respectivas diócesis.
Es un fondo solidario, ya que se conforma con el 30% de los recursos recaudados en cada una de las diócesis del país durante la campaña. Y es redistributivo en la medida que apoya iniciativas de intervención en todo el país, independiente del monto reunido en cada lugar, permitiendo a las diócesis acceder a montos de mayor envergadura para el desarrollo de sus proyectos.
Con los fondos recaudados durante la Campaña 2016, será posible apoyar 41 proyectos entre Arica y Aysén, por un total de $ 226.221.180 y que beneficiarán a más de 4.000 adultos mayores. Estas iniciativas estarán destinadas a mejorar las condiciones de vida de las personas mayores de nuestro país, comprometiéndonos con su dignidad y potenciando acciones que integren su valor, sabiduría y experiencia. Desarrollando diversas estrategias para ir en respuesta de las verdaderas necesidades de quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad o exclusión social, contribuyendo así a un envejecimiento con dignidad.
Un rostro concreto: Talleres de autocuidado
Uno de los proyectos en ejecución, entre marzo y diciembre de este año es la organización de talleres de autocuidado. Está orientado específicamente a treinta y seis mujeres de los sectores más vulnerables de diversas comunas de la Región Metropolitana y que sean capaces de moverse de manera independiente. Son personas que ya tienen experiencia de trabajo en el CEAIM (Centro de Apoyo Integral a la Mujer de la Congregación Religiosa Adoratrices) porque han participado en cuatro etapas previas: acogida, formación reinserción y egreso.
La metodología establece el desarrollo de un espacio que entregue herramientas en favor del autocuidado, el envejecimiento activo y saludable. Y, la vez, generar un espacio de acompañamiento, contención y red de apoyo en el cual las mujeres se reconozcan con los desafíos y atributos positivos de la vejez.
Este es un proyecto con un costo total de $ 19.720.000. Es implementado por la Congregación de las religiosas adoratrices de Estación Central en Santiago.
Fuente: Comunicaciones Cuaresma de Fraternidad
CECh, 03 de Abril, 2017