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Presidió la celebración, el Arzobispo monseñor Fernando Chomali, quien dijo a los alumnos y alumnas “¿qué buscamos? ¿Qué nos mueve? Al final de la meditación llegaremos a esta respuesta.

Queremos amar y ser amados, que es la vocación fundamental del hombre. Un buen colegio católico, por cierto, se preocupa de lo académico, pero por sobre todo se practica en él un espíritu de respeto y justicia que son parte del amor, y un espíritu de solidaridad. Juan Pablo II escribía que el hombre y la mujer si no aman, se sienten como alguien sin rumbo”.

Agregó, en su reflexión, que “si queremos amar verdaderamente, tenemos que ir a la fuente del amor que es Dios. Por eso que la vida espiritual es tan importante. La falta de Dios nos pone tristes, no nos da ánimo para seguir viviendo. Y ese amor necesariamente debe traducirse en amor al prójimo”.

Acogiendo el llamado que el Papa Francisco ha hecho en numerosas catequesis, y especialmente en su Exhortación Apostólica Amoris Laetitia (La alegría del amor), y haciendo eco de la quinta indicación pastoral “La Familia, el gran don de Dios”, contenida en las Constituciones Post Sinodales de la Arquidiócesis de la Santísima Concepción, este año los Colegios Católicos orarán por la Familia,.

En el envío, el Colegio Instituto San José de Cañete recibió un signo que representa la imagen de la Sagrada Familia, el cual peregrinará por todas las comunidades educativas desde la zona de Arauco, visitando un establecimiento cada semana.

Como ya es tradición, finalizada la Santa Misa las delegaciones se retrataron en el frontis de la Catedral de Concepción.

Fuente: Comunicaciones Concepción

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