Este año ante los sucesos, la única restricción fue la no autorización al comercio que cada año se instala en las calles del Pueblo, situación que permitió graficar la inmensa devoción y religiosidad de nuestro Pueblo.
Después de rezar la Novena, cuya oración diaria, como es tradición tuvo diversas dedicaciones, los fieles rezaron por las vocaciones, por los enfermos, por los niños y jóvenes, por los trabajadores, etc. La Fiesta de religiosidad mariana de gran tradición diocesana culminó con la solemne Eucaristía presidida por Monseñor Tomislav Koljatic y la masiva Procesión por las principales calles del Pueblo.
El Pastor en su homilía resaltó la importancia de esta hermosa e histórica celebración. También pidió en forma especial por las familias que han sufrido a raíz de los incendios forestales que han afectado centros poblados.
En la oración comunitaria también pidieron por los Brigadistas, Bomberos, Voluntarios, las Policías presentes y todos los que trabajaron en esta emergencia.
Mención de gratitud especial por toda la ayuda y la solidaridad que se ha sentido ante las emergencias.
Fuente: Comunicaciones Linares