“Estamos celebrando el segundo domingo del tiempo ordinario, estamos entrando en esa experiencia de la palabra de Dios que quiere iluminar el camino de nuestra vida cristiana en la cotidianidad de nuestra existencia. La palabra de Dios nos ubica en primer lugar en lo que es la dimensión más fundamental de nuestra vida, que significa reconocer en Jesús de Nazaret, al enviado por el padre, a nuestro redentor, al Dios que se ha hecho hombre para redimirnos y hacernos pueblo y familia de Dios”, dijo el Arzobispo de Santiago.
Además reiteró la invitación que nos hace el santo evangelio, “Juan nos invita a vivir el mismo proceso que él vivió, él es el Cordero de Dios, Jesús el hijo de Dios que vino a anunciarnos el evangelio de la salvación, el camino de la salvación, él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Esto es una invitación a vivir en la humildad y en la sencillez pero también una invitación a confiar en aquel que es nuestro padre, aquel que quita el pecado del mundo, aquel que ha entregado su vida por nosotros”.
Isolina Corbalán participa de la comunidad parroquial y se mostró muy alegré por la visita del pastor de la Iglesia de Santiago. “Es muy bueno que él esté aquí con nosotros porque así la gente se incentiva y nos sentimos mucho más cercanos. Nosotros tenemos mucha participación en nuestra comunidad parroquial y es lindo que él lo vea y pueda vivir como nosotros lo hacemos a diario”, comentó Isolina Corbalán miembro de la comunidad.
En esta misma línea el cardenal Ezzati les habló a los fieles sobre la importancia de ir al encuentro. “La experiencia de fe es una experiencia de encuentro, ir al encuentro de Jesús, conocerlo y luego conocer en la sagrada escritura que no tiene solamente una connotación intelectual sino que fundamentalmente tiene relación con la experiencia. El texto del evangelio cuando nos habla de conocer, nos habla de esta experiencia de Jesús. De sentirlo como alguien que no solamente está fuera de nosotros, sino que es el Dios que se ha hecho por nosotros”..
Al finalizar, el pastor junto con saludar a cada uno de los asistentes a la eucaristía, les entregó le bendición. “Le tengo mucho cariño a esta comunidad por mi experiencia de obispo aquí en Santiago, primero como obispo auxiliar y después como Arzobispo. El Señor los siga bendiciendo y produciendo frutos abundantes de gracia, amor y solidaridad con todas las zonas a las cuales ustedes van llegando con su testimonio y acción. Que el señor los bendiga y les regale también unos días de descanso”.
Fuente: Comunicaciones Santiago