Fue fundada en 1966 por el Arzobispo de Santiago, cardenal Raúl Silva Henríquez, bajo la misión de colaborar en el mejoramiento de la calidad de la educación, en la promoción de las personas que viven en condiciones de pobreza, vulnerabilidad o exclusión, a través de apoyo a proyectos que apunten a su desarrollo integral y que a la vez generen impacto positivo en la comunidad.
Hoy, tras 50 años al servicio de los más necesitados, sus dirigentes y beneficiarios celebraron la eucaristía junto al Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati y a obispos y vicarios de la Iglesia de Santiago, para conmemorar su historia.
En su homilía el cardenal Ezzati expresó: “Nos reunimos esta tarde para dar gracias a Dios por una de las obras de misericordia, de solidaridad que la Iglesia ha hecho presente. Esta historia tiene que ver con el evangelio de hoy, la novedad de la presencia del hijo de Dios, que vino a compartir nuestra vida. Que crezca la verdadera y más profunda solidaridad que puede existir, es la imagen del Padre Dios que nos viene a entregar a su hijo, nos viene a entregar su propia vida, y ahí está el fundamento de lo que es la misión de la Iglesia, en este ámbito de anunciar que Dios es amor, solidaridad, que nos invita a construir una cultura de fraternidad de justicia, una cultura de compartir que supere la lógica muchas veces mundana, centrada en la búsqueda del interés propio, como meta de toda la acción humana”.
Además, el pastor recordó la importante labor del cardenal Raúl Silva Henríquez en la construcción de esta fundación, señalando que “este aniversario nos recuerda al arzobispo que estuvo en el origen de lo que es hoy la Fundación Emmanuel y de cómo la Iglesia de Santiago ha podido apoyar en la solidaridad, en la ayuda fraterna a todos los que sufren. Fue una de las características de su ministerio y de la acción de la Iglesia en un tiempo difícil”.
Tras la misa, Pablo Fuenzalida, Director Ejecutivo, Fundación Emmanuel comentó: “Es un hito importante en la historia de la fundación, el poder celebrar 50 años de continuidad, siempre con el foco de dignificar a las personas y el trabajo con los más vulnerables, que fueron siempre los deseos del cardenal Silva Henríquez.
Al término de la eucaristía, los asistentes compartieron fraternamente, animados por el trabajo y trayectoria de la fundación, que por cinco décadas ha puesto en Cristo su principio inspirador y fundamentos de su acción.
Fuente: Comunicaciones Santiago
www.iglesiadesantiago.cl