Al comienzo de septiembre, teniendo presente que celebramos el
Mes de la Patria y también el
Mes de la Biblia, el Arzobispo de La Serena ha puesto especial énfasis en la defensa de la vida y en el fortalecimiento de la familia, en las celebraciones y encuentros que ha presidido. En la siguiente entrevista, publicada en el diario regional “El Día”, afronta aspectos relacionados con estas iniciativas.
¿Qué significa para usted celebrar el Mes de la Patria?
Cada año es un acercamiento más profundo de cuanto manifestamos cuando hablamos y celebramos, junto a nuestros seres queridos, en estas jornadas en que resaltamos valores patrios. Somos hijos de esta tierra, nuestro querido Chile, apreciamos su geografía, la idiosincrasia que nos une y, a la vez, distingue de otras naciones, nuestra historia, costumbres, cultura, entre otros. Sin embargo, como hemos aprendido, la Patria es mucho más que los aspectos enumerados. San Alberto Hurtado, en su mensaje para el
Te Deum en Chillán, en el año 1948, señaló: “una nación, más que por sus fronteras, más que su tierra, sus cordilleras, sus mares, más que su lengua, o sus tradiciones, es una misión que cumplir. Querer que la Patria crezca no significa tanto un aumento de sus fronteras cuanto el cumplimiento de su misión. ¿Cuál es la misión de mi Patria? ¿Cómo puedo realizarla? ¿Cómo puedo colaborar yo en ella? Dios ha confiado a Chile esa misión de esfuerzo generoso, su espíritu de empresa y aventura, ese respeto del hombre, de su dignidad encarnado en nuestras leyes e instituciones democráticas. La misión de Chile queremos cumplirla: nos sacrificaremos por ella. Nuestros padres nos dieron una patria libre, a nosotros nos toca hacerla grande, bella, humana, fraternal. Si ellos fueron grandes en el campo de batalla, a nosotros nos toca serlo en el esfuerzo constructor”. ¡La nación es una misión que cumplir evidencia san Alberto Hurtado!
En el corazón de este mes, en medio de los festejos patrios, como comunidad cristiana celebramos anualmente el
Te Deum. Esta acción cultual es una preciosa oportunidad para agradecer a Dios el don de la Patria, la vida y la de nuestros hermanos, familiares y amigos, la vida de toda persona. Es la oportunidad también para escuchar la palabra orientadora, la Palabra de Dios, que ilumine el presente y el futuro de nuestra nación. ¡Es preciso presentarle a Dios nuestros anhelos y esperanzas!
En relación al Mes de la Biblia, ¿Cómo aprecia usted que la Palabra de Dios puede orientar el presente y el porvenir de Chile?
El Señor nos habla en su Palabra. Es un mensaje de amor y siempre vital para la comunidad cristiana, la que se edifica y crece escuchándola, amándola y buscando practicarla. La Palabra es “viva y eficaz” (
Heb 4, 12), ilumina las celebraciones y proporciona los contenidos de estas. En todas ellas manifestamos también la esperanza de que la Palabra oriente el caminar y la vida de nuestro pueblo. En ella, fundamento estable e imperecedero, todos, especialmente los discípulos misioneros de Jesús, estamos convocados a cimentar el presente y futuro. ¡Cómo deberíamos anhelar que la Palabra del Señor sea la fuente de inspiración de nuestro actuar en los días de nuestra vida, también del peregrinar de nuestro querido pueblo chileno!
A la luz de la Palabra de Dios ¿Qué aspectos específicos deberían ser inspiradores para el bien de nuestra Patria?
Vivimos en nuestro tiempo una crisis que nos afecta a todos y en todo el ámbito cultural y valórico, tanto económico como político y social. No debemos temer, dado que todos los tiempos son de Dios. El discípulo de Jesús vive en el mundo, lo que ocurre le interesa y afecta. Por ello, es de fundamental importancia tomar una gran crisis, o los aspectos de ella, como una preciosa oportunidad para un mayor discernimiento, una más amplia profundización, un ocasión para reemprender el camino con mayor fortaleza, o verificar más profundamente la necesidad de contar con los demás, construyendo solidariamente juntos el presente y el porvenir. Retomar los valores que han hecho grande a nuestro país, los principios más nobles de nuestra tradición cristiana, es una tarea ingente, especialmente para los discípulos misioneros del Señor. La vocación del hombre le exige elevar su mirada a Dios y no autoerigirse como señor.
Es importante proseguir un trabajo serio en bien de la familia, la educación integral para la juventud, el respeto a los valores y aportaciones que todos podemos y debemos concretar. De igual modo es importante construir la unidad de todos los chilenos, el Chile grande y fraterno que todos anhelamos. Para erradicar de entre nosotros signos de muerte, de odiosidad y violencia, es preciso la corresponsabilidad de todos. Sin duda, la construcción responsable, de la cultura de la vida y del encuentro, son desafíos de primer orden. Reitero el tema familiar. El Estado, la Iglesia y otras instancias debemos apoyar fuertemente a que las familias busquen concretar su más noble tarea, cual es la formación de niños, adolescentes y jóvenes, comunidades de vida y de amor. ¡La defensa de la vida y de la familia es una obligación irrenunciable!
Arzobispo, se cumple un año del terremoto y tsunami que afectó a la región ¿Qué mensaje entregaría sobre la catástrofe y el espíritu solidario que se manifestó?
El terremoto y tsunami ciertamente nos han afectado a todos. Sin embargo, centenares de hermanos han sido probados mayormente. Algunos han fallecido. Hemos rezado por ellos y ofrecido santas Misas por su descanso eterno y consuelo de sus seres queridos. Por otra parte, recuerdo con sentimientos de gran gratitud el espíritu solidario de nuestras pastorales parroquiales y de numerosos otros organismos. ¡Cómo no agradecer a Dios este impulso que ha movilizado con gran fervor a centenares de niños, jóvenes y adultos a solidarizar con quienes sufrieron por el embate de la naturaleza! Son miles las personas que salieron al encuentro de las necesidades de los hermanos que estaban sufriendo, tanto en Baquedano como en Tongoy. A ellos nuestro reconocimiento. ¡Que tal actitud sea un signo de solidaridad que acompañe toda nuestra vida!
Fuente: Comunicaciones La Serena