Una peregrinación por el centro de la ciudad de Talca cerró las actividades que se realizaron en el marco del Mes de la Solidaridad. En ella participaron representantes de diversas parroquias de Talca Ciudad y Talca Rural, además de representantes de las diferentes pastorales ligadas a la Pastoral Social de la Diócesis de Talca.
La música y la alegría eran los protagonistas en este encuentro, que comenzó desde la calle 11 Oriente, siguiendo por calle 1 Sur hasta el templo catedral de Talca. Lo que más llamaba la atención era que todos llevaban una pancarta con dichos del San Alberto Hurtado, a quien este Mes de la Solidaridad busca hacerle un homenaje por toda su obra y entrega en vida.
Mario Saavedra fue uno de los participantes en esta peregrinación, él es coordinador de Solidaridad de la parroquia Espíritu Santo. Estaba muy contento de participar junto a su comunidad de esta actividad tan significativa.
“La idea era cerrar este mes de la solidaridad este fin de semana para que nos acompañaran también las personas que pertenecen, que nos acompañan en las distintas parroquias. La intención es tener una tarde dinámica, llena de alegría y con globos para mostrar lo que realmente nuestra Iglesia pretende”, explicó.
La acción bondadosa de Dios
Mientras avanzaba la peregrinación se les iba motivando, a la vez que también rezaban el rosario. Ya cerca del templo catedral muchos comenzaron a abrir su corazón, preparándolo para vivir un momento muy especial, pues en aquella jornada, además de vivir el fin del Mes de la Solidaridad, se realizaría el Jubileo de los Agentes Pastorales de la Pastoral Social. Cada uno de ellos atravesó la Puerta Santa en el marco del Año Jubilar de la Misericordia.
Posterior al ingreso al templo catedral se dio inicio a la Eucaristía, la cual estuvo presidida por el padre Jaime Echeverría, quien en su homilía habló acerca de este año tan especial que el Papa Francisco nos invitó a vivir en torno a la misericordia, en él cada uno está llamado a ejercer la acción bondadosa de Dios para con nosotros.
“Sabernos queridos y amados por Dios, acogidos por Él y perdonados, pero también este Año de la Misericordia, queridos hermanos es un llamado a que nosotros podamos ser anunciadores y testigos del Amor de Dios en medio de nuestro mundo, que cuando alguien se encuentre con nosotros pueda reconocer el rostro amoroso de Dios, en otras palabras se sienta querido, acogido, perdonado, no juzgado”, dijo.
La Eucaristía finalizó con una acción de gracias por parte de la Pastoral Social, para luego dar espacio a una entretenida foto grupal que mostró el espíritu de aquella jornada.
Fuente: Comunicaciones Talca