Reunidos en el templo Catedral de La Serena, diversas organizaciones y agrupaciones solidarias, tanto eclesiales como civiles, conmemoraron una nueva pascua de
san Alberto Hurtado, sacerdote que nos legó la solidaridad como principal valor en nuestra sociedad.
De este modo con la santa Misa, presidida por el Arzobispo René Rebolledo, en compañía de Mons. Manuel Donoso, Arzobispo Emérito, sacerdotes, diáconos y numerosos fieles, se celebró el
Día Nacional de la Solidaridad.
Presente en la ocasión don Gonzalo Cortés, Director regional del Hogar de Cristo, quien manifestó: “El Padre Hurtado es un tremendo ejemplo, no tan sólo para los católicos, sino que para todo el pueblo el chileno, por su aporte a revelar la justicia social como una causa prioritaria. Y además, para los que somos cristianos, fue un testimonio de cómo seguir los pasos de Jesús, mirando el rostro de las personas que más lo pasan mal, que sufren pobreza y son excluidos.
La invitación es a indignarnos con las injusticias e involucrarnos con su solución”.
Por su parte Patricio Alegre, Director Arquidiocesano de Pastoral Social-Caritas, destacó las frases que nos legó san Alberto Hurtado, invitando a reflexionar una de ellas, “
¿Qué haría Cristo en mi lugar?, Él no fue solidario para eventos, como por ejemplo un terremoto, una catástrofe, un aluvión, sino que Jesús invita a ayudar a nuestros hermanos constantemente. Por eso, la invitación que nos hace Dios y el santo chileno que hoy recordamos, es a ser solidarios todos los días y no solamente con entregar algo material, sino que también con gestos simples como escuchar, sonreír, mirar a los ojos a quienes más sufren y ayudarlos a superar sus problemas”, indicó.
Al finalizar la Eucaristía, Mons. Rebolledo invitó a los fieles de la Arquidiócesis a seguir el ejemplo de san Alberto Hurtado y preocuparnos por los hermanos más necesitados, vivir la solidaridad como testimonio de vida y velar por la justicia social en nuestro país.
Fuente: Comunicaciones La Serena