P. Luis Villalón fue despedido con emotiva Eucaristía
Los tibios rayos de sol iluminaron la parroquia San José -iglesia La Matriz- durante la Misa con la que la Diócesis de Talca acompañó al padre José Luis Villalón Correa hasta su última morada. La celebración fue presidida por Mons. Horacio Valenzuela, contando con la participación de numerosos sacerdotes, diáconos, ministros enviados, religiosas, familiares, amigos y fieles laicos.
Al comenzar la Misa hizo uso de la palabra Ramón Lísperguer, amigo de toda la vida del padre Lucho, quien recordó vivencias compartidas en la cordillera, en el movimiento apostólico Encuentro Matrimonial: “La manera práctica de catequizar o de enseñar el evangelio, su forma humana de enseñar las cosas difíciles, su énfasis en los derechos humanos desde el niño pequeño al anciano moribundo (…) el padre Lucho era un regalo de Dios del cual la comunidad supo disfrutar. Sin duda fue un gran amigo de muchos de los que están aquí”.
Dedicación a las personas
Nuestro pastor diocesano, en su homilía, recordó que hace pocos días habíamos celebrado la fiesta del 15 de agosto en el estadio La Granja: “En ese día de fiesta le pedimos al Señor que conservara en nuestra memoria esa imagen de María entrando al cielo”.
“Hoy nos regala el Señor otra luz para iluminar la muerte del P. Luis. Hoy es el Día Nacional de la Solidaridad. Hoy es el día en que el Padre Hurtado se fue al cielo, después de una vida de amor y servicio a Cristo en el pobre (…) bajo la luz de la Asunción de María y de este Evangelio del juicio final agradecemos la vida y el ministerio del querido P. Luis Villalón, sacerdote de Jesucristo que ha sido un regalo del cielo para tanta gente. Le venimos a dar gracias al Señor porque en medio de las limitaciones, pecados y fragilidades que el P. Lucho reconocía con humildad y que todos tenemos, supo ser para mucha gente una caricia de Dios; un refugio en días de tormenta, un lugar de consuelo, un paño de tantas lágrimas”, afirmó el obispo de Talca.
Y añadió: “Su mirada de fe, su profundo amor a la Iglesia, su vida de oración y su dedicación a las personas son el resumen de su vida. Por eso su principal obra no se encuentra en obras o edificios inaugurados, sino en muchas personas y familias que fueron acogidas, sanadas en la confesión, alimentadas con la Eucaristía y acompañadas en momentos difíciles de caídas y dolores”.
Eucaristía, oración y dibujante
El momento del ofertorio fue muy significativo pues se ofreció una fotografía de San Alberto Hurtado, a quien conoció el P. Lucho en algún retiro. También se presentó una canasta familiar como signo de solidaridad. Igualmente fueron presentados su maletín altar y su breviario con los cuales recorrió diversos rincones de la Diócesis. También fue llevado al altar un dibujo que el P. Luis hizo de don Manuel Larraín, quien lo ordenó sacerdote en 1951.
El responso final y bendición del ataúd estuvo a cargo del Vicario Episcopal de Curicó, padre Cristian Avendaño Becerra, con quien compartió los últimos años en la parroquia Nuestra Señora del Rosario.
En medio de aplausos el padre Luis Villalón fue sacado de la iglesia La Matriz por sacerdotes de las cinco zonas pastorales de la Iglesia de Talca. Desde allí el cortejo fúnebre se dirigió en procesión por las calles Yungay, Estado, Chacabuco, población Mataquito hasta arribar al Cementerio Municipal de Curicó donde fue sepultado en medio de innumerables gestos de cariño y apreció por este hombre de Dios, que con su característica sonrisa supo transmitir la misericordia del Padre.
Fuente: Comunicaciones Talca