Mons. René Rebolledo: “Agosto, Mes Solidario, días significativos de una vida solidaria”
Mons. René Rebolledo: “Agosto, Mes Solidario, días significativos de una vida solidaria”

En entrevista con Diario el Día, el Arzobispo de La Serena destacó el espíritu solidario de diversas instancias en la Arquidiócesis.

El lunes 1 de agosto en el salón del Arzobispado de La Serena, se dio inicio al Mes de la Solidaridad, el cual se ha ido perfilando de esta forma, dado que el 18, por disposición del parlamento chileno, se celebra el Día Nacional de la Solidaridad, aniversario de la Pascua del querido y recordado san Alberto Hurtado, quien hiciera del amor a los más carenciados un modo permanente de vida y de apostolado. En diálogo con el Pastor Arquidiocesano, conocimos su posición y expectativas del ya tradicional Mes de la Solidaridad.

Arzobispo, ¿cómo aprecia el espíritu solidario de la gente para la cual usted es Pastor?

Al tomar un primer contacto con las parroquias, comunidades, movimientos apostólicos y otras instancias pastorales, me he percatado que en todas ellas hay diversas organizaciones en las que sus integrantes han hecho del amor fraterno motivo de sus vidas, siguiendo el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, de san Alberto Hurtado y de tantos hermanos que a lo largo de la historia nos han dado un bello testimonio de entrega generosa y sacrificada, hasta dar su propia vida. Puedo mencionar algunas de ellas, aún con el riesgo de no tener presente otras muy importantes, el Hogar Redes por ejemplo, los hogares para adultos mayores, los apostolados en los centros de salud de la región, el Hospital “San Juan de Dios” de La Serena y “San Pablo” de Coquimbo, entre otros; la Fundación “Casa de La Esperanza”, dedicada a la rehabilitación de personas que se han propuesto como desafío superar el alcoholismo y la drogadicción. Concluir que hay numerosas expresiones de amor solidario y real preocupación por quienes sufren. Sin embargo, siempre es posible vivir aún con mayor intensidad el mandamiento del amor fraterno. En este sentido, agosto Mes Solidario, deben ser días significativos de una vida solidaria, vale decir, todos estamos llamados a vivir ejercitando la solidaridad con los hermanos de camino.

¿Qué puede motivar a una persona a ser solidaria? ¿Cómo impulsar a un espíritu solidario?

Para los discípulos misioneros de Cristo hablar de solidaridad, buscar concretar un espíritu solidario en nuestras propias vidas, familias y comunidades, es hablar y vivir el amor de Dios. ¡Dios es amor! San Juan lo afirma en palabras sorprendentes y muy claras: “el que ama a Dios, ame también a su hermano” (1Jn 4,21). Nuestro Señor Jesucristo llevó el amor solidario hasta la plenitud más alta que se pueda imaginar: “nos amó hasta el extremo” (Jn 13,1) y entregó su vida por amor. Esta es la medida que estamos llamados a alcanzar. Sabemos que a lo largo de la historia miles de hombres y mujeres de todos los tiempos nos han legado el ejemplo imborrable de una vida perdida para el mundo, sin embargo, ganada para el Reino de Dios.

¿Qué sector de la sociedad cree usted que más necesita nuestra ayuda y atención?

Jesús, recordemos, quiere ser vida para todos, particularmente para cuantos viven excluidos de los bienes materiales y que son patrimonio común, son los pobres del Señor. Justo es que todos en nuestra Patria tengamos acceso a los bienes necesarios para desarrollarnos y vivir con dignidad. Existe, por tanto, un desafío pendiente que nos debe necesariamente involucrar: superar las graves inequidades sociales. Por otra parte, es oportuno mencionar que también en este año a nivel nacional hemos realizado la Campaña Cuaresma de Fraternidad con el lema “Tu aporte y mi experiencia valen”. Los fondos recaudados por este concepto tienen como destinatarios a los adultos mayores del país. Estimo que es de vital importancia nuestro acercamiento y toma de conciencia de la real situación de numerosos adultos mayores, a quienes no sólo se debe socorrer, sino en justicia brindarles lo que requieren. Han entregado su vida con amor, sacrificio y generosidad y, lamentablemente, un apreciable número de ellos lo está pasando mal. Es un gran desafío, una tarea pendiente, una deuda de gratitud y también de justicia la preocupación por nuestros adultos mayores. Es un sector prioritario al cual debemos, sin tardanza, brindar la mayor de las atenciones.

De mi parte, manifiesto gratitud a todas las instituciones que se preocupan de los adultos mayores y agradezco igualmente la entusiasta colaboración con la Campaña Cuaresma de Fraternidad 2016, la que tuvo un incremento del 4,6% en relación a la del año 2015. Obviamente los fondos recaudados son significativos también de una actitud permanente de preocupación por los adultos mayores.

¿Qué se ha propuesto la Arquidiócesis para el Día Nacional de la Solidaridad?

La Comisión Arquidiocesana de Pastoral Social-Caritas ha elaborado un intenso programa, que se desarrolla en nuestras comunidades a lo largo de este mes. Para el jueves 18 de agosto celebraremos la santa Eucaristía, acción de gracias a Dios, por la vida y la misión de san Alberto Hurtado. Se invita a todos a participar de este acto central, especialmente a los voluntariados de nuestras comunidades parroquiales y organizaciones civiles. Juntos daremos gracias a Dios por impulsarnos a amar como lo hizo su Hijo Jesús y han procurado, siguiendo sus huellas, san Alberto Hurtado, la Madre Teresa de Calcuta y miles de hombres y mujeres que han hecho del amor solidario motivo prioritario de sus vidas. Quiera el Señor que se acreciente y profundice entre nosotros semejante actitud y compromiso.

Fuente: Diario El Día de La Serena
La Serena, 17 de Agosto, 2016
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