Con el fin de contribuir a abrir espacios de análisis y debate, el Obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic Kamelic y la Comisión Diocesana Justicia y Paz realizaron el miércoles un diálogo ciudadano para reflexionar sobre el Proceso Constituyente, sus fundamentos y proyecciones.
La actividad se realizó en el auditorio del Instituto Profesional Santo Tomás y contó con la participación como panelista de Patricio Zapata Larraín, quien es abogado constitucionalista, Master en Derecho y Master en Ciencia Política y presidente del Comité de Observadores del Procesos Constituyente; y de Cristóbal Ruiz Tagle, ingeniero civil de la Pontificia Universidad Católica y Director de Estudios de la Corporación IdeaPaís, entidad que ha realizado diversas reflexiones sobre éste y otros temas sociales.
Ante el público presente, entre los que había laicos, sacerdotes y autoridades regionales, se destacó que como Iglesia es importante discutir sobre este tema dado que estamos celebrando el Mes de la Solidaridad, en honor a San Alberto Hurtado, quien siempre hizo un llamado a estar atentos a las realidades temporales de nuestro país; y a que muchos de los valores que consagra la Constitución Política forman parte de la Doctrina Social de la Iglesia.
Patricio Zapata, en primera instancia, quiso desmitificar algunas de las críticas que se le hace al proceso que se está viviendo para modificar la Constitución, pues el momento no sería oportuno por la baja aprobación del Gobierno, las prioridades inmediatas de la ciudadanía, el escaso tiempo y poca difusión del proceso y la baja participación en él, entre otras cosas, pero reafirmó que a pesar de ello hay una constante a lo largo de los años y es que “ la gente tiene la sensación fuerte de que las reglas bajo las que funcionamos no son suficientemente legítimas” y por ello es necesario que se legitime la Constitución ante la ciudadanía.
De acuerdo a lo señalado por Patricio Zapata, la actual Constitución tiene cosas buenas, pero hay que dar un espacio para poder decirlo, “y el camino que hemos recorrido ha sido un camino valioso”, añade. Reconoce que se le han hecho muchos cambios a la Constitución de 1980, pero a su juicio falta legitimarla a través de una discusión ciudadana y no sólo de las cúpulas de poder.
“La legitimidad es algo dinámico, pues la vida cambia, los países cambian y los países que no hacen los cambios a tiempo luego tienen problemas graves”, señala. Por ello a su parecer, éste es un proceso necesario y él como todo el Comité de Observadores tienen que salvaguardar que la riqueza de las respuestas que se han conseguido hasta ahora para que se traten con transparencia y sin manipulación según el Gobierno de turno.
Por su parte Cristóbal Ruiz Tagle señaló que a pasar de haber participado en las primeras instancias de este proceso, se ha sentido desilusionado de él. Señaló que “la participación ciudadana es siempre deseable, en la medida que se haga con todas las exigencias que ello requiere; formación, conocimiento de causa, responsabilidad en lo que se propone, visión de conjunto y de largo plazo, entre otro. Si esto no se cumple caemos en la posibilidad de generar una ilusión de participación que no vincula y que no otorga legitimidad, es más produce malestar por el descalce entre expectativas y realidad”.
Considera que primero se debe hacer un cambio en la educación cívica, ya que muchos jóvenes no saben que ser ciudadanos implica derechos y deberes, pues muchos no entienden qué es vivir en comunidad. En ese sentido critica el proceso constituyente, “pareciera más bien, que para el gobierno esto no fuera más que un trámite el cual es necesario realizar para contar con insumos para presionar un cambio legislativo por la vía institucional”.
Luego de un ciclo de preguntas del público, monseñor Goic agradeció a los dos panelistas la posibilidad de diálogo que hubo e hizo presente que la Iglesia siempre está atenta a las realidades y problemáticas del país. Además, invitó a seguir viviendo y participando en las actividades de este Mes de la Solidaridad.
Fuente: Comunicaciones Rancagua