El Plan Global de Acción Humanitaria se trabajó en conjunto con el equipo de la Pastoral Social de la diócesis de Copiapó y el servicio nacional de Caritas Chile, entre abril de 2015 y mayo de 2016.
La implementación y desarrollo del Plan fue posible gracias a la colaboración de miles de chilenos que apoyaron a la campaña “Solidaridad, Nuestro Norte” y a los aportes de Caritas Internationalis, Vicaría de Pastoral Social Caritas Arzobispado de Santiago, Caritas Alemana, Caritas Española y Catholic Relief Service (CRS), aporte de USAID/OFDA, Fondos CERF – OIM.
“Fue una oportunidad para la diócesis de Atacama, una gran oportunidad para aplicar el llamado del Papa de hacer una iglesia en salida. No me cabe la menor duda que este evento nos llevó más allá de las periferias. La iglesia de Atacama abrió las puertas en las siete comunas que fue afectada, lo importante es que podamos seguir teniéndolas abiertas”, señala Jorge Alfaro, Director de la Pastoral Social Caritas Copiapó.
En una primera etapa, se recolectaron 100 toneladas de alimentos no perecibles, los cuales fueron distribuidos en las parroquias de Chañaral, Diego de Almagro, Paipote, Tierra Amarilla, El Salado y Copiapó. En paralelo, se trabajó por garantizar el acceso seguro y equitativo al agua, así como proveer artículos para una adecuada higiene personal, y limpieza doméstica.
“Todavía por supuesto queda el dolor, tanto a nivel emocional como a nivel material, hay muchas cosas que faltan. Pero, ese dolor, esa experiencia vivida los ha llevado a madurar, hay muchos que maduraron en la fe y entendieron que la vida tiene que tener un sentido”, expresa Mons. Celestino Aòs, Obispo de Copiapó.
La recuperación de hogares se realizó a través del apoyo de materiales e insumos para su reparación y en algunos casos autoreconstrucción, disponiendo para ello de materiales de construcción y asistencia técnica.
“Siempre estuvieron con nosotros, incluso casi de los primeros. Así que estamos bien agradecidos de ellos y yo siempre todos los años voy al banco a la Colecta de Caritas, ahora con mayor razón, voy a seguir yendo porque a nosotros nos sirvió mucho y nos ayudó cuando más lo necesitamos. Ahora, van a ser otros colores, tenemos la cerámica, los materiales, hay que olvidarse de eso y seguir adelante”, relata Julia Tello, destinataria del programa de Habitabilidad.
“Caritas por ejemplo primero fue mercadería y enseres para la casa. Yo siempre he confiado en estas instituciones porque cuando era niña también recibí ayuda porque no era de una familia adinerada y también supe lo que era Caritas Chile desde niña lo vi, para mí no era algo nuevo que ellos sean tan bondadosos. Es una lección de vida muy grande que si no la saben aprovechar es porque no entienden nada de la vida”, comparte Mireya Rojas, destinataria de la línea Equipamiento del Hogar.
La línea Medios de Vida, contribuyó a rehabilitar y fortalecer la actividad productiva de familias afectadas por el aluvión. “Me compraron bombas, las mangueras que necesitaba porque eso era lo que faltaba para sembrar. Yo salí, muy beneficiado y muy agradecido de esas personas y de las personas que realmente hacen algo por los demás. Para mí, como persona me enseñó a ser más comunicativo con la gente, siento ese amor por el prójimo ahora”, señala Juan Ahumada.
El Apoyo espiritual, psicosocial y organización comunitaria, fue un eje transversal que buscó fortalecer el bienestar psicoespiritual de todas las personas que resultaron víctimas de la catástrofe para ayudarlas en su adapatación a los cambios generados en su vida y comunidad.
“Uno de los problemas serios no era solo darle alimentos, sino que quitarles el trauma, que pudieran volver a dormir. La gente ahora se conoce, se interesa, no tiene temor de saludar a otro y preguntar cómo estás, cómo te sientes. Y han valorado que tenían apego de las cosas y que las cosas no son lo importante, que aquí lo que funcionó fue la amistad la familia y el propio querer salir adelante”, comenta Margarita Martínez, voluntaria.
El autocuidado, contención emocional, resiliencia y trabajo en red fueron las bases para avanzar con las comunidades. “Caritas no solamente es una agencia que entrega bienes materiales, sino que tiene que tener esta visión integral de todo ser humano. Nosotros no arreglamos máquinas atendemos personas, personas a quienes hay que socorrer en lo material, pero también en lo afectivo y sobretodo en lo espiritual”, enfatiza Mons. Aós.
Al concluir el Plan Global de Acción Humanitaria, el Director de la Pastoral Social Caritas Copiapó concluye “Tenemos que estar más preparados, tenemos que formarnos permanentemente tenemos que tener un plan de emergencia diocesano porque son exigencias que aparecieron al haber trabajado 14 meses. Creo que lo menos que se merece la diócesis y la región de Atacama es tener un plan de Emergencias”.
Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas