¿Cómo reconstruimos la paz social?
¿Cómo reconstruimos la paz social?

El ministro del Interior Jorge Burgos recibió a los obispos auxiliares de Santiago Fernando Ramos y Jorge Concha, para abordar la problemática sobre la percepción de violencia en nuestra sociedad. En la siguiente nota un recuento de la conversación, y el trabajo que realiza el Arzobispado de Santiago junto a la Subsecretaría de la Prevención del Delito para construir una mayor paz social.

Monseñor Fernando Ramos (FR): Nuestras comunidades nos hablan de una violencia creciente asociada, por ejemplo, al narcotráfico.

Ministro Jorge Burgos (JB): Sí, la gente siente inseguridad. Se ha expandido el consumo de drogas y hay un excesivo alcoholismo. La gente quiere mayor seguridad, juicios más rápidos, que quienes cometen delitos graves no salgan tan fácilmente de la cárcel. Por eso, con la agenda corta hemos creado instrumentos que dificultarán que delitos graves dejen de cumplirse en la cárcel.

FR: ¿Qué más se puede hacer en formación humana y cívica?
JB: Tenemos un serio problema de educación. Ciertas conductas no son reprochadas. Cuando un padre entiende que los problemas al interior de la casa se arreglan golpeando a los hijos o a la pareja, lo más probable que ese niño entienda que esa es la forma de resolver los problemas. Y cuando se le hace ver a un hijo que es aceptable robar productos, también se crea un problema.

Monseñor Jorge Concha (JC): Viviendo en la comuna de El Bosque vi corrupción y microtráfico día y noche. Eso no ha disminuido. Ministro, ¿nos está ganando la violencia?
JB: ¿Corrupción de quién? ¿De agentes estatales?

JC: Sí, y muy fuerte. Nuestras comunidades ven debilidad de la autoridad frente al narcotráfico, asaltos, portonazos y una corrupción generalizada. ¿Habrá mejores instrumentos para recuperar la paz?

JB: Hay hechos graves que generan desconfianza. En el caso de los políticos, el financiamiento ilegal de la política fue un golpe brutalmente fuerte. También los casos de los empresarios y la colusión, y de la Iglesia con la pedofilia. Debemos crear condiciones para que hechos impunes o tardíamente punidos dejen de tener esa connotación. No hay otra receta. En materia de drogas, de acuerdo a mi experiencia, los mandos institucionales no están disponibles para eso. Por eso es muy importante que la gente se sienta empoderada para denunciar.

JC: Con la corrupción fue como empezó una violencia generalizada, por ejemplo, en algunas ciudades de México.
JB: Sí, pero con una diferencia, en muchos de esos lugares quienes mandaban estaban disponibles a hacer eso. Aquí doy fe que no es así.

FR: Cada cierto tiempo surgen conflictos de comunidades, como por ejemplo en Chiloé y Aysén, que no se sienten acogidas en sus demandas. ¿Cómo avanzar en escucha e integración?
JB: Creando un Estado más descentralizado. Hemos sido lentos. Hay una acumulación de demandas desde hace mucho tiempo de territorios que se sienten más aislados. Hemos avanzado en los últimos 25 años, pero ese camino hay que continuarlo.

FR: ¿Cómo cree que los cristianos podemos contribuir a una mayor paz en los barrios?
JB: Ayudando a la organización de la gente en sus barrios según sus inquietudes, a través de redes de adultos mayores, de grupos juveniles, del propio deporte. Somos una sociedad individualista: “Estoy bien en la medida en que a mí o a mi familia le vaya bien”. Ahí la labor de la Iglesia es súper trascendente.

LA OPINIÓN DEL MINISTRO SOBRE:

LEY DE ABORTO: Es un tema debatible en la sociedad. Pero tengo derecho a plantear que hay situaciones que me merecen duda, de lo contrario no hubiera sido parlamentario. Esa frase no la voy a retirar (“Si yo fuera diputado, respecto de la tercera causal (violación) estaría en un momento de duda), aunque no les haya gustado a muchos, es lo que siento.

VIOLENCIA EN LA ARAUCANÍA: Hay un cúmulo de demandas de los pueblos originarios respecto de lo que ha sido el trato del Estado chileno por más de 140 años, pero punto aparte es la acción delictual cuando se atenta contra una iglesia. El pueblo mapuche no es un pueblo incendiario. Las personas que están actuando así son delincuentes.

PROCESO CONSTITUYENTE: Es muy gratificante ver el compromiso con el país y sus preocupaciones profundas en la Iglesia y sus pastores. Construir la paz exige superar las desconfianzas. El país lo hacemos entre todos, y es un imperativo de paz el lograr edificar mediante el diálogo y la participación.

SUELDO ÉTICO: La aspiración ética y social de monseñor Goic no merecen discusión. Pero, ¿cómo tenemos una mayor recaudación tributaria y creamos mejores condiciones económicas? Mejores expectativas y la distribución de más bienes y de mayor seguridad, también pasa por la capacidad del país de crecer.


UNIDAD PARA COMBATIR LA INSEGURIDAD Y EL DELITO

Desde fines del año pasado la Vicaría de Pastoral Social Caritas (VPSC), del Arzobispado de Santiago, y la Subsecretaría de Prevención del Delito, del Ministerio del Interior, han conversado acerca de la tarea común de promover la paz social y la buena convivencia entre los habitantes de la ciudad capital del país. La Vicaría presentó a ese ministerio dos iniciativas de trabajo con comunidades y personas que sufren situaciones de vulnerabilidad y exclusión, las que se concretaron en dos programas sociales que entrarán en vigencia ahora en junio, por un período de 12 meses.

El primero de ellos, de Fortalecimiento Comunitario, se aplicará en las comunas de Quilicura y Cerro Navia y ayudará a los vecinos a reducir los factores de riesgo y a fortalecer los factores protectores, apuntando a la eficacia colectiva y al control social informal. La base serán los líderes comunitarios y se espera que beneficie a una población de 4 mil personas, explica Luis Berríos, secretario ejecutivo de la VPSC.

El otro proyecto se llama Rehaciendo Vínculos y se ejecutará en las comunas de El Bosque, La Pintana y Maipú. Es un programa emblemático de la Vicaría para prevenir conductas delictivas en niños, niñas y adolescentes con mediano riesgo y que están desvinculados de sus madres por estar ellas privadas de libertad. Esta iniciativa favorecerá a cuarenta niños, niñas y adolescentes y a ochenta adultos.

Ambas iniciativas están en la línea de trabajo de “promoción de la cultura de la solidaridad”, de la VPSC, la que dispuso equipos de profesionales para ese fin, como trabajadores sociales, sicólogos y gestores sociales, que trabajarán en coordinación con los expertos de la Subsecretaría de Prevención del Delito.

Luis Berríos destaca que el programa dirigido a niños y adolescentes en mediano riesgo, “promoverá el fortalecimiento de habilidades sociales en ellos y fortalecerá la vinculación con sus madres, privadas de libertad”, entre otros efectos positivos.

En cuanto al Fortalecimiento Comunitario, el secretario ejecutivo de la VPSC indicó que ayudará a las comunidades a identificar las condiciones de seguridad, problemas de convivencia facilitadores de la cohesión social y formas de participación presentes en su barrio”.

Fuente: Periódico Encuentro
www.periodicoencuentro.cl
Santiago, 02 de Junio, 2016
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