Monseñor, en su homilía, usó la figura de “un jardín verde” para resaltar la historia y trabajo desarrollado por la parroquia, durante todo este tiempo. “Por aquí han pasado sacerdotes muy distintos, pero todos han construido un jardín hermoso con lugares muy verde como este lugar, donde hay vida, un comedor universitario, por ejemplo”.
Reflexionó respecto a qué habría ocurrido si no hubiese estado la Parroquia Universitaria. “Me surge una pregunta que habría sido de Concepción sin esta parroquia; qué habría sido de tantos jóvenes que aquí encontraron a Dios, que encontraron un plato de comida, de encontrar a alguien que los escuchara. Sé que muchos aquí encontraron su vocación, personas que les quedó a fuego la espiritualidad del servicio, que la vida es para entregarla y que hoy, muchos, se desempeñan en el ámbito público, en el ámbito político, educacional. ¿Qué habría de Concepción sin este lugar donde se ha rezado mucho? Esta parroquia le ha dicho mucho al mundo; le dijo mucho a Concepción en momentos difíciles y le sigue diciendo al mundo, porque es un lugar de oración”, expresó.
Dijo que tras 50 años es un momento para dar gracias. “Una acción de gracias por las personas que han trabajado, por los sacerdotes, los laicos y por los que sirven actualmente. Es también el momento de proyectarnos hacia el futuro, porque el joven de los años 60 es distinto a los jóvenes de hoy. Es importante hacer un profundo discernimiento de lo que le ofrecemos al joven de hoy, para hablarle de Jesucristo, para que entre en su corazón y que éste sea un lugar donde se acompañe al joven, para tenga un apoyo no sólo afectivo, sino también efectivo y sea un lugar donde se respire humanidad. Hoy, el joven está más solo, más exigido y anda buscando un sentido a la vida”, explicó.
Junto a los saludos del Obispo de Rancagua, Monseñor Alejandro Goic, se han recibido otros tantos, según lo dio a conocer el padre Benjamín Donoso, a cargo de la Pastoral Universitaria y vicario de la parroquia. Durante la celebración dieron su testimonio los médicos, Juan Donoso y Ana María Moraga. El primero recordó que fue la Asociación de Universitarios Católicos (AUC), la que promovió y ayudó a levantar la Parroquia Universitaria y la Dra. Moraga dijo que “hoy, hay mucha emoción, pero también mucha gratitud y por eso me sumo para dar infinitas gracias por haber vivido toda mi vida universitaria, en la parroquia, lo que significó complementar los conocimientos, la ciencia y las habilidades que aprendí desde la facultad de medicina, en aprender a ponerme en el lugar del otro, aprender a vivir en comunidad, aprender valores como el respeto, la humildad, y la solidaridad”.
Fuente: Comunicaciones Concepción