Durante la jornada de reflexión en el aniversario número 118 de la Escuela de Derecho de la Universidad Católica, celebrada la mañana del 11 de mayo, Monseñor Cristián Contreras Villarroel, Obispo Auxiliar de Santiago, reflexionó sobre la mirada de la Iglesia hacia el Bicentenario patrio. Se trata de “una invitación a reencontrar el alma de Chile, reencontrar es una expresión dura, es más que una invitación, se trata de un imperativo ético”, dijo a los asistentes. En este sentido destacó lo planteado en el documento de la Conferencia Episcopal “En camino al Bicentenario”, el cual llama a los católicos y a las personas de buena voluntad a pensar en el concepto de país que se quiere construir.

Luego interpeló a los presentes y, especialmente a los integrantes del Centro de Alumnos de la Escuela de Derecho, a incorporarse activamente a las mesas de la esperanza para reflexionar sobre un escenario de cambio cultural. Les dijo, “creemos que los jóvenes pueden hacer un aporte fundamental reflexionando, soñando y proponiendo alternativas y comprometiéndose en la búsqueda de respuesta frente a tres dimensiones de nuestra realidad que nos interpelan profundamente desde la ética y desde la fe”. Ellas son los problemas estructurales de desigualdad social; el fortalecimiento de la confianza, la pertenencia y de las redes interpersonales, y la humanización versus la competencia despersonalizada.

Monseñor Contreras recalcó que la Iglesia cree fervientemente en el diálogo como instrumento de transformación social. "La Iglesia está convencida de la eficacia inigualable del diálogo como un método de discusión tal como fuera propuesto por el Papa Palo VI en la encíclica "Su Iglesia"" y desconfía de la intromisión autoritaria de quienes tienen el poder económico, político o comunicacional. Agregó que la piedra esencial para este diálogo es poner a Dios en primer lugar, y no al hombre como la medida de sí mismo. Esta disposición lleva a la dignidad y al respeto de la vida humana.

Pensando en Chile

A la jornada estaban convocados representantes de diversos ámbitos de la sociedad, los que entregaron su parecer respecto a los desafíos del país de cara al Bicentenario. Los panelistas fueron: Constanza Santa María, por parte de los medios de comunicación; la alcaldesa de Concepción, Jacqueline Van Ryselberghe, en su calidad de integrante de la UDI; el diputado Juan Carlos Latorre por la Democracia Cristiana y el senador Camilo Escalona por el Partido Socialista.

Luego de las intervenciones de cada uno de ellos, los asistentes, en su mayoría estudiantes de la Universidad Católica, formularon preguntas a los expositores. Frente a la inquietud sobre los valores en el desarrollo de nuestra sociedad, Monseñor Contreras dijo que le preocupaba que en las instituciones educativas católicas se incubara la fe del ex alumno. Explicó, “¡cuánto daño ha hecho a la fe católica el ser “ex alumnos”! Hombres y mujeres que se creyeron graduados en “cristianismo” o en “catolicismo”. Pero nunca hubo encuentro con Cristo vivo. El cristianismo es una opción dialogal con Dios que debe verificarse todos los días a través de los medios espirituales que la Iglesia nos proporciona: la Eucaristía dominical, la lectura orante y litúrgica de la Palabra de Dios, la apertura de la conciencia en el sacramento de la reconciliación, la dirección espiritual, la participación en las tantas instancias de solidaridad y caridad. Lo cristiano debe dejar de ser un adjetivo para transformarse en sustantivo y en verbo vital. Debemos pasar de un catolicismo de tradiciones a uno de convicciones, testimoniando el evangelio donde desarrollamos nuestra existencia”.

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Con la prensa

Frente al requerimiento de la prensa por el proyecto de ley sobre eutanasia presentado por los diputados Fulvio Rossi y Juan Bustos, Monseñor Contreras declaró: “tenemos una doctrina que es siempre favorable a la vida y a la dignidad de las personas. Es bueno empezar a llamar a las cosas por su nombre. Hay mucha confusión en la opinión pública respecto a los términos y respecto de los contenidos de las cosas que se están promoviendo”. Aclaró, “nosotros creemos en la vida desde el momento de su concepción hasta su ocaso natural. Una cosa es la eutanasia o intervención para provocar la muerte y otra es que la persona que esté en estado terminal tenga una atención adecuada a la realidad que está viviendo, pero no para acelerar la muerte”. Añadió que una vez que tenga un estudio acerca del proyecto de ley se volverá a referir, con mayor propiedad, al respecto.

Fuente: DOP Santiago www.iglesiadesantiago.cl