La Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Rancagua celebró el inicio del Año de la Misericordia
La Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Rancagua celebró el inicio del Año de la Misericordia

Se llevó el confesionario hasta la cárcel de Rancagua, donde muchos internos e internas aprovecharon la ocasión para reconciliarse con el Señor.

“Hemos querido comenzar este Año de la Misericordia con una hermosa celebración marcada por los sacramentos que nos abren las puertas al entrañable amor de Dios”, señaló el capellán de Gendarmería de Rancagua, Padre Luis Escobar Torrealba. Es así como el sábado se desarrolló una actividad, marcada por la entrega del sacramento de la reconciliación, en el centro de reclusión de la comuna.

El Regente de la Penitenciaría Apostólica, Obispo Krzysztof Nykiel, marcó el camino señalando que “durante el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, el confesionario será la Puerta Santa del alma y la celebración del sacramento de la reconciliación será la ocasión para un encuentro vivo y verdadero con Cristo misericordioso”.

De ese modo, se llevó el confesionario hasta la cárcel de Rancagua, donde muchos internos e internas aprovecharon la ocasión para reconciliarse con el Señor mientras se celebraba la eucaristía. Dos sacerdotes acompañaron este momento tan especial y tan íntimo con el Señor. El padre Javier, quien por primera vez celebró la confesión en la cárcel, y el Padre Cris, quien ya en otras ocasiones ha acompañado al padre Luis a atender a estos hermanos privados de libertad. Un punto especial fue que en esta misma celebración litúrgica uno de los internos recibió el sacramento del bautismo.

El capellán explica que “Gendarmería facilitó todos los medios y nos apoyó en el desplazamiento de las personas hasta el lugar donde se llevó a cabo la celebración, que culminó con un pequeño compartir que hicieron posible personas de buena voluntad que siempre nos están cooperando para atender a quienes están en la cárcel.

Celebramos la Navidad anticipada con nuestros privados de libertad y se hizo vida la obra de misericordia corporal: “Estuve preso y me fuiste a visitar” (Mt 25,) dándonos mucha alegría el verlos contentos, en paz y con gran devoción celebrando los sacramentos”.

Como evaluación del año, el padre Luis expresó que “este año ha sido un tiempo muy bendecido por el Señor en este trabajo pastoral, donde hemos podido experimentar profundamente la presencia del Señor en cada uno de los acontecimientos que hemos vivido con nuestros amigos de la cárcel y como el mismo Señor nos ha mostrado su amor en estos que son los despreciados de nuestra sociedad, generalmente pobres y de los cuales tan poco nos acordamos, excepto para los actos de violencia o muerte que nos muestra la televisión. En la cárcel también hay amor, arrepentimiento, dolor y sufrimiento, pero por sobre todo, humanidad; por eso el Santo Padre, el Papa Francisco les tienen especial consideración en la Bula de convocación del jubileo extraordinario de la misericordia”.

“Dios les bendiga en esta Navidad y que Cristo tenga espacio en ese pobre corazón herido y manchado por nuestros pecados, porque a pesar de ello, Él querrá tocar esa puerta en esta Navidad para poder nacer ahí, se generoso y no te cierres a su humilde actuar en ti, solo así podrás celebrar Navidad de verdad y recuerda que si bien los regalos pueden producir alegría, es mucha más el gozo que puedes dar en un abrazo y un perdón que te has negado a dar así los Ángeles cantaran contigo: “ gloria a Dios en Cielo y paz a los hombres de buena voluntad.

Funcionarios de Gendarmería celebraron Navidad con los más necesitados

Un grupo de funcionarios del Centro de Reinserción Social de Rancagua (CRS), entidad dependiente de Gendarmería de Chile, quisieron dar testimonio de solidaridad y compasión esta Navidad, es así como cambiaron una actividad que tenían programada para celebrar esta fiesta como compañeros de trabajo por una convivencia organizada con un grupo de niños vulnerables del sector nororiente de la ciudad.

En ese contexto, compartieron con los pequeños y sus familias, haciendo brotar en ellos una sonrisa en medio de los problemas que siempre afectan a los más pobres. “Sólo dar gracias por ese gesto y ojalá muchos otros grupos de personas se sumen a estos pequeños actos de amor donde no sólo se entrega un regalo, sino que también tiempo para compartir con los que no tendrán la misma suerte que aquellos, que sí poseen los recursos”, señaló el el padre Luis Escobar, capellán de Gendarmería de Rancagua, quien además es párroco de la P. Santísima Trinidad, ubicada en uno de los sectores de menores recursos de la capital regional.

“Gestos como estos engrandecen a nuestro pueblo y sacan lo mejor que hay en nosotros como seres humanos porque nos conectan a las emociones tan dejadas de lado y tan ausentes hoy en un mundo tan violento, egoísta, individualista en donde cada uno vela por sus propios interese olvidándose de que vivimos con otros seres humanos que existen y sufren”, precisó el padre.

Fuente: Comunicaciones Rancagua
Rancagua, 22 de Diciembre, 2015
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