Monseñor Fernando Chomali animó a los jóvenes que rinden la PSU a ser forjadores del futuro
Así inició su homilía Monseñor Fernando Chomali, Arzobispo de Concepción, en la celebración de la Misa de los Lápices, en la catedral de la ciudad, que fue copada por centenares de jóvenes egresados de enseñanza media, poco antes de rendir la PSU. La Eucaristía fue concelebrada por los vicarios de la Pastoral Juvenil., Pbro. Bernardo Álvarez y de Educación, Pbro. Francisco Osorio, además del padre Benjamín Donoso sj, vicario de la parroquia Universitaria.
En su figura, Monseñor dijo que “esos árboles frondosos, con buen follaje, son ustedes”. Y los animó a salir de la catedral “llenos de esperanza, optimismo y alegría”. Reconoció que el mundo pasa por cambios profundos y animó a los jóvenes a ser forjadores del cambio para un mundo mejor.
Dijo que es providencial el tiempo en que dan la PSU. “Celebramos el Mes de María, una mujer sencilla, que se abrió a hacer la voluntad de Dios y para ustedes, hacer la voluntad de Dios es no preguntarse qué voy a estudiar, sino para qué voy a estudiar”. Subrayó que la fe da un sentido de la vida más profundo. “Ustedes valen más que un puntaje, valen más que un título universitario; ustedes son forjadores del sentido de la sociedad, conductores de su historia”.
Recordó, además, que en este momento se celebra el tiempo de Adviento. “Tiempo precioso de la Iglesia, donde esperamos al Señor. La espera siempre es un gran regalo. Chiquillos y chiquillas, pidan a Dios que nadie les robe la ilusión de ser profesionales. Cuando nos roban la ilusión y nos roban la esperanza, estamos muertos. Ustedes están vivos. Este es un tiempo privilegiado”.
Monseñor Chomali expresó su convencimiento que entre los numerosos jóvenes surgirán grandes figuras y personajes para el país. “Entre ustedes puede haber, en el futuro, un Presidente de la República; aquí, entre ustedes puede estar un futuro director del hospital regional; aquí, puede estar el futuro rector de la Universidad de Concepción y otras universidades; aquí, pueden estar futuros ministros y futuros obispos…”, comentó.
Instó a los jóvenes a “pensar en grande” y no conformarse con una “peguita”, porque a los católicos los debe animar algo mayor para transformar el mundo, para que haya más justicia, más verdad, más solidaridad. “Es a esto a lo que ustedes deben aspirar”, recalcó, motivándolos a ser buenos estudios, capaces, inteligentes, buscadores de la verdad. “Piensen en grande, porque Dios dota a cada uno de nosotros en miles de talentos; estudien harto, porque eso les dará libertad, para transformar al mundo y antes que el mundo los transforme a ustedes y siempre fundamentos en la fe, en Jesucristo, que es la roca frente al viento y a la tempestad”, subrayó.
Un momento muy emotivo de la celebración fue la bendición de los lápices, que se elevaron en miles para recibir el agua bendita asperjada por el Pastor, quien recorrió toda la Catedral para llegar a jóvenes que, en más de mil, llenaron el templo; muchos estaban acompañados de sus padres.
Al concluir, intervino el Vicario de la parroquia Universitaria, padre Benjamín Donoso, quien además integra el equipo asesor de la Pastoral de Educación Superior. Invitó a los jóvenes a integrarse a la Pastoral que se encuentra presentes en siete instituciones de Educación Superior de la zona (Universidad de Concepción, UCSC, USS, UBB, U. Santo Tomás, UDD y DUOC). “Queremos que ustedes sean responsables de su fe y la cuiden como un tesoro, porque como bien sabemos en la Educación Superior no es fácil cuidar y cultivar la fe. Queremos ofrecerles un espacio abierto de acogida y participación y compartir a muchos más que encontrarán en la Pastoral de las distintas instituciones a las cuales ustedes llegarán el próximo año. Hay un equipo de capellanes en estas instituciones, responsables de pastoral y además coordinadores que los acogerán y acompañarán”, manifestó, agregando que está disponible como espacio la parroquia Universitaria, en las cercanías de la UdeC, como un lugar de encuentro y reflexión.
Luego de la bendición final, los jóvenes fueron despedidos en la puerta de la Catedral por Monseñor Chomali y el Vicario de la Pastoral Juvenil, Pbro. Bernardo Álvarez. Muchos jóvenes pasaron después a disfrutar de un rato de baile entretenido, en un escenario que levantó especialmente la Vicaría de Pastoral Juvenil.
Fuente: Comunicaciones Concepción