Ver galería de fotos

Monseñor Chomali bajó al mineral acompañado del párroco de Curanilahue, presbítero Pablo Leiva, quien ha mantenido permanente contacto con los trabajadores y sus familiares, prestando apoyo en alimentos, como una forma de acompañarlos en esta compleja situación social.

“Estoy, aquí, con ustedes como la presencia de la Iglesia, que va al encuentro con Cristo, con ustedes que están sufriendo este difícil momento”, transmitió el Arzobispo, en el primer contacto con los mineros que cumplen 8 días, a la espera del pago de sus salarios y cotizaciones previsionales impagas.
“Quisiera manifestar mi tristeza, indignación e impotencia al estar aquí junto a estos trabajadores, hombres honestos que se ganan el pan de cada día con el sudor de su frente, a quienes no se les ha pagado sus sueldos e imposiciones. Desde aquí debemos preguntarnos sobre el Chile que hemos construido, creo que no puede ser que hayan personas que no se preocupen de sus trabajadores”, dijo Monseñor.

En esta visita, algunos trabajadores relataron sus problemas con emocionadas palabras, motivo por el cual Monseñor Chomali transmitió esperanza. “Nosotros vamos actuar de dos maneras, en primer lugar, haremos lo posible para que no falte el pan en sus casas con una gran corriente de solidaridad y en segundo lugar, vamos a golpear todas las puertas para que de una vez por todas se solucione este problema”. E hizo un llamado a la sociedad a no quedar indiferente con este problema y actuar para que los trabajadores vuelvan a sus casas junto a sus familias.

Los dirigentes sindicales entregaron, además, antecedentes de la situación y pidieron el apoyo al Pastor, en la búsqueda de una pronta solución para no seguir exponiendo a los trabajadores en este complicado escenario.

El párroco de Curanilahue comentó que por la cercanía que ha mantenido con los mineros, en el interior, percibe un creciente deterioro emocional de los trabajadores, expresando su preocupación por que el problema puede complicarse con el paso de los días. “Como ellos lo expresan duramente: tenemos las manos sucias y ásperas, pero no tenemos el pan para nuestra mesa”.

Fuente: Comunicaciones Concepción

 Arzobispo de Concepción visitó a

  Video