En esta emotiva celebración participó un gran número de fieles de diferentes parroquias, grupos de voluntariados, cuerpo de bomberos, representantes de colegios, de la residencia de Adultos Mayores de Cabildo, Hogar de Cristo, Pastoral Penitenciaria, grupo Jesús Misericordioso, además de agentes pastorales; quienes dieron realce a misa solemne.
En parte de su homilía el Padre Juan Cortés, destacó algunas de las principales virtudes del Santo Alberto Hurtado, ejemplo de servicio hacia los más necesitados, utilizando palabras del chileno: “hay que amar a todos nuestros hermanos en su simplicidad, su rudeza, su audacia, su fuerza, su franqueza, sus cualidades, su alegría … Amarlos hasta no poder soportar sus desgracias… Mi misión no puede ser solamente consolarlos con hermosas palabras y dejarlos en su miseria, mientras yo almuerzo tranquilamente, y mientras nada me falta. Su dolor debe hacerme mal: la falta de higiene de sus casas, su alimentación deficiente, la falta de educación de sus hijos, la tragedia de sus hijas: que todo lo que los disminuye, que me desgarre a mí también”.
Posteriormente, y para finalizar, el Padre Juan realizó la bendición de las manos de todos los presentes, para que fructifiquen en su servicio hacia los más necesitados y para que todo trabajo que ellas emprendan lo realicen como si fuera para el Señor; que sean para dar afecto en el trabajo, en el hogar y en cada comunidad, para construir con ellas el Reino de Dios en la tierra.
Fuente: Comunicaciones San Felipe