Feligreses provenientes de ésta y las otras comunidades -San José, Nuestra Señora del Carmen y Cristo Resucitado- llenaron la capilla y acogieron cariñosamente al pastor. El párroco, padre Cristián Reyes, expresó al cardenal la alegría y gratitud de esta comunidad por su presencia en este lugar. Y presentó las delegaciones de las cuatro comunidades mencionadas.
Justina Matamala, casada, coordinadora de la comunidad, señaló que esta visita se debe a una invitación de la comunidad al arzobispo con motivo del inicio del Mes de la Solidaridad. Explicó que “tenemos un grupo de catequesis de Primera Comunión y otro de las personas que se van a confirmar y están trabajando muy bien. Para mí trabajar aquí ha iluminado mi vida; dedico gran parte de mi tiempo a la capilla, lo que me hace muy bien”. Respecto de la visita del cardenal “es una buena oportunidad para reunirnos todos, de las diversas capillas. Estoy muy contenta por estay visita del pastor a ver sus ovejas”.
Antes de celebrar la misa, el Arzobispo de Santiago compartió con un grupo de la catequesis familiar y luego con las personas que iban llegando a la liturgia.
Refiriéndose a los textos bíblicos de este domingo, el Arzobispo de Santiago mencionó en su homilía las quejas del pueblo hebreo en su travesía por el desierto, “donde Dios le da pruebas evidentes de su amor, de su misericordia y de su providencia”. Agregó que en medio de las dificultades de la vida, “Dios nunca nos abandona, siempre nos acompaña y nos da no sólo el alimento material, sino el alimento espiritual que necesitamos, la confianza, el perdón, la esperanza”.
La solidaridad de los pobres
El pastor vinculó la entrega de cinco panes y dos peces que un niño puso a disposición de Jesucristo para multiplicarlos y alimentar a la muchedumbre que estaba sin comer, con el inicio de este Mes de la Solidaridad. “La solidaridad es poner a disposición de los demás lo poco que tenemos, es una virtud de la gente pobres. Los pobres son siempre los más solidarios”. Luego, el cardenal Ezzati afirmó que Jesús es el pan de vida. “Su palabra, el testimonio de su amor es lo que alimenta nuestra vida”. Finalmente, invitó a los fieles a ser como esos discípulos “que no buscaban a Jesús solamente por el pan material. Busquemos a Jesús porque él es el alimento que da vida eterna, que nadie nos puede quitar”.
Terminada la Eucaristía, todos los presentes compartieron con el arzobispo y tuvieron la oportunidad de saludarlo personalmente y tomarse fotos con su pastor.
Por su parte, el diácono permanente Carlos Montenegro Orellana, casado, 5 hijos, asesor de la comunidad Santa María de la Esperanza, confesó que este servicio “al principio me costó, pero hoy día estoy muy encariñado y es un trabajo muy hermoso que estamos haciendo todos juntos. Por situaciones complejas del pasado esta comunidad estaba hundida y la logramos levantar y estamos caminando todos juntos. La visita de nuestro pastor es particularmente bienvenida, porque le da un aliento nuevo a la comunidad y será algo que la comunidad lo va aguardar muy adentro de su corazón”.
Fuente Departamento de Comunicaciones www.iglesiadesantiago.cl