Con alegría y fervor cardenal Ezzati celebró misa por el Día Nacional del Perú
Con alegría y fervor cardenal Ezzati celebró misa por el Día Nacional del Perú

Con la presencia de personal diplomático, encabezado por el embajador en Chile Fernando Rojas, la comunidad peruana celebró con una misa el día nacional este domingo 26 de julio en la Catedral Metropolitana.

Rosa Clause es peruana avecindada hace 7 años en Chile, tiene un salón de belleza donde da trabajo a chilenos, colombianos y peruanos. Para ella la más importante de las celebraciones que organiza la colonia peruana es esta misa. “Sin Dios no se puede hacer nada y esto es parte de mi país", sentencia emocionada tras cantar el himno patrio.

Esta Acción de Gracias es una tradición para la extensa comunidad peruana residente en nuestro país que el próximo 28 de julio festejará su independencia. A su celebración siempre acude parte importante del cuerpo diplomático y numerosos fieles que, ataviados de trajes típicos o con la escarapela blanca y roja representan el cariño y añoranza por su patria.

El Evangelio proclamado este domingo relataba el milagro de la multiplicación de panes y peces. Refiriéndose a ello el Arzobispo preguntó “¿Quiénes somos nosotros para contribuir a que en nuestros países todos los habitantes puedan vivir en la justicia, en la paz y en la satisfacción de los derechos elementales de la vida?”. Somos pequeños, dijo, nos parecemos a esos cinco panes y a esos dos pescados. Sin embargo, Dios nos llama a poner a disposición de los demás lo que Él nos ha regalado, aseguró.

En este mismo sentido recordó el mensaje del Papa Francisco en su reciente visita a Ecuador, Bolivia y Paraguay. “Hablando en muchas ocasiones de la pobreza y de la cultura del descarte, presente también en nuestro continente, ha denunciado que este fenómeno se produce porque el individualismo no nos permite abrir el corazón a los demás”, indicó. Dios quiere multiplicar nuestros dones y nuestras riquezas para que nadie se quede con hambre y es esta lógica del don la que hace posible que nadie quede con hambre y que además sobreabunde, aseveró. Mientras no creamos que la solidaridad puesta en las manos de Dios es capaz de hacer muchos milagros, nuestros pueblos siempre tendrán personas que serán consideradas del descarte, dijo.

Un llamado a los gobernantes

Añadió que este texto del Evangelio es también un llamado a quienes nos gobiernan. “No podemos pensar que el bienestar de nuestras naciones sea solamente por rebalse de lo que nos sobra. El bienestar de nuestras comunidades brota de la solidaridad, de poner en común lo mucho lo poco que tenemos para que alcance para la vida y la dignidad de todos”, dijo. “Es lo que hoy queremos pedir para nuestra hermana república del Perú , lo que queremos pedir para Chile y para América Latina, la patria grande que soñamos en concordia, colaboración y aprecio mutuo”, concluyó.

Antes de finalizar la misa, el embajador Fernando Rojas se dirigió a los presentes. Destacó el mensaje entregado por el cardenal Ezzati y dijo que esta misa era el gran encuentro para recordar al Perú. Destacó que los migrantes no solo han saciado sus necesidades económicas y espirituales en Chile, sino también han aportado su cultura milenaria, sus tradiciones y valores. Hoy no solo debemos agradecer a esta patria que nos acoge con generosidad, sostuvo, sino también reflexionar sobre lo que dejamos en Perú y nuestras expectativas. “Los invito a trabajar porque la relación entre Perú y Chile sea cada vez más fuerte y unida, más despojada de ataduras”, manifestó el embajador. “No debemos nunca olvidar parte de nuestra historia, pero no debemos tampoco estar atados a ella. Perú y Chile tienen cada vez más elementos para avanzar hacia el futuro y así lo debemos hacer”, sostuvo.

Fuente: Comunicaciones Santiago www.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 26 de Julio, 2015
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