Jóvenes y adultos de Puente Alto sellan su fe
Jóvenes y adultos de Puente Alto sellan su fe

El sábado 18 de julio, la Parroquia San Esteban de la zona de El Maipo celebró que 40 de sus miembros recibieron el sacramento de la Confirmación junto al Arzobispo de Santiago.

Por Clara Bustos

Rodeados de sus padrinos, familiares y amigos, 40 feligreses de la parroquia San Esteban de Puente Alto recibieron el sacramento de la Confirmación durante la mañana del 18 de julio, en una eucaristía presidida por el cardenal Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, y concelebrada por el párroco P. Carlos Reynoso.

“Jesús nos envía a ser mensajeros en el mundo de que la fraternidad, la paz, la justicia y la solidaridad son posibles porque Dios es el fundamento último. Siéntanse constructores del mundo nuevo, siéntanse enviados por Jesús a construir ese mundo hermoso que es anticipo de la patria definitiva”, les dijo el arzobispo a los confirmandos.

En la homilía, el pastor ofreció una síntesis del recorrido de preparación para recibir el sacramento que imprime un sello de fe. En primer lugar –dijo- está el hecho de ser hijos amados de Dios. “Vivan siempre la alegre conciencia de que el Espíritu Santo habita en sus corazones y les revela el amor que Dios les tiene, el proyecto de vida hermosa que ha inscrito para cada uno”, expresó.

En segundo lugar, sostuvo, el Espíritu concede a cada persona una característica especial “para que como comunidad eclesial seamos de verdad el cuerpo de Cristo”. Y, en tercero, para continuar la misión de Jesús, “esa misión que recibieron los apóstoles el día de Pentecostés, para vivirla en la familia y en la ciudad, en la vida social, de justicia y paz en el mundo entero”.

Los confirmandos, que se prepararon durante 3 años, son 30 jóvenes miembros de la Pastoral Juvenil parroquial y 10 adultos, papás de la catequesis familiar. María Isabel Galindo (36 años, casada, dos hijos), manifestó muy emocionada tras la ceremonia que “es algo muy importante para mí porque ahora puedo decir que soy soldada de Cristo, es confirmar la fe que tengo en Dios”.

Esteban Ramírez (16 años), en tanto, comentó que fueron tres años de preparación un tanto difíciles porque hubo mucha rotación de monitores, pero que no obstante, continuó porque era importante y porque era un espacio de fe que le permitió “ir por buen camino”. “Ahora es como un nuevo camino que puedo seguir espiritualmente, porque gracias a esto he ido por el buen camino y no me he desviado. Vamos a seguir así y a defender nuestra fe”.

Fuente: Comunicaciones Santiago
www.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 18 de Julio, 2015
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