Un grave accidente enlutó la fiesta de Cuasimodo en la comuna de Santo Domingo, diócesis de Melipilla.
El coche que llevaba al P. Ricardo Reyes, a los concejales Julio Díaz y Eleodoro Mella , el cochero y sus dos pequeñas hijas, cayó por un barranco de seis metros de profundidad. En la caída falleció el conductor identificado como José Francisco Araos Vera, domiciliado en la comuna de San Antonio.
Una de sus hijas fue rescatada con signos vitales muy débiles y debido a la gravedad de sus lesiones fue trasladada a Valparaíso.
El resto de los ocupantes del carro resultaron con lesiones menos graves y hematomas.
Mensaje del obispo Cristián Contreras
Después de celebrar la Misa con los Cuasimodistas de Talagante a las 8,30 de la mañana, el obispo Cristián Contreras Villarroel recorrió cerca veinte casas de familias con enfermos, en distintos sectores de Talagante, así como varias salas del hospital.
La alegría por este encuentro con las familias, los enfermos, los niños hospitalizados, dejó paso a la tristeza, porque al finalizar la Misa de mediodía en Talagante, recibió la noticia del accidente del Cuasimodo.
Don Cristián envió el siguiente mensaje a la comunidad de Santo Domingo:
“Queridos hermanos y hermanas de nuestra diócesis:
A la alegría de llevar a Cristo sacramentado a nuestros enfermos y ancianos, en casa de familias o en hospitales, en la cárcel y a casas de acogida, hoy tenemos un luto doloroso.
El Cuasimodo de Santo Domingo ha debido lamentar la accidental muerte del conductor de la carreta que llevaba al P. Ricardo Reyes a dar la comunión a los enfermos.
He sido informado que el carro cayó seis metros. Una hijita del conductor está grave, pues fue aplastada por uno de los caballos. Hay otros accidentados.
He tomado contacto con el decano de la Costa, P. Pedro Tapia, quien inmediatamente se trasladó a Santo Domingo. El P. Ricardo resultó ileso; pero está muy afectado por la tragedia.
Quiero hacer llegar mis condolencias a la familia de José Francisco Araos Vera, cochero del carro, y a todos los Cuasimodistas de Santo Domingo y de la diócesis. Mi cercanía y solidaridad con nuestro párroco de Santo Domingo.
Oremos especialmente por los accidentados y especialmente por su hijita más grave.
Jesucristo sacramentado a quienes ellos llevaban y acompañaban, será quien los reciba en la casa del Padre, donde hay muchas habitaciones.
Lloremos por esta tragedia. No escondamos nuestras preguntas del “por qué”. Dios sabrá darnos su respuesta en la imagen de Cristo sufriente, de Cristo en la cruz, de Cristo Hostia a quien llevamos a los sufrientes de la diócesis. Dice Jesús: "No hay mayor amor que el dar la vida por los amigos”. Es lo que han hecho nuestros Cuasimodistas de Santo Domingo.
Mi bendición a la familia de quien lloramos y a todos los Cuasimodistas de Santo Domingo y de nuestra diócesis.
+Cristián Contreras Villarroel
Obispo de Melipilla
Fuente: Comunicaciones Melipilla