Palabras de esperanza para cada uno de los presentes así como de solidaridad para los hermanos del norte que están sufriendo entregó el Arzobispo de Santiago, Card. Ricardo Ezzati, al iniciar el Vía Crucis de la parroquia Nuestra Señora de los Pobres, de Huechuraba, desde un escenario montado en el frontis del templo y hacia las calles del sector, pasadas las 19:00 horas.
“Con los ojos de la fe miramos y descubrimos en Jesús Crucificado el amor inmenso que el Padre nos tiene, su amor infinito, su ternura, que supera todas nuestras limitaciones y todos nuestros pecados”, señaló. Y añadió: “Pero al mismo tiempo que miramos a Jesús en la cruz, Él nos invita a mirar con ojos de fe nuestra propia cruz. ¿Quién de nosotros no tiene alguna cruz en su vida? Esta mañana confesando en la Catedral por más de 3 horas, pude escuchar las cruces de tantos y tantas hermanos nuestros. Cada uno de nosotros tiene una cruz, y como Jesús, le decimos al Padre ¿Por qué nos has abandonado?”.
No obstante –manifestó-, en medio de nuestras cruces, mirando a Jesús, encontramos también el camino de la esperanza y la victoria sobre el mal y las cruces. “Jesús termina su vida en la cruz diciendo ‘Padre, en tus manos está mi vida’. Cuando nuestra vida, también de dolor, se encuentra con el amor de Dios, también nuestros dolores y nuestras cruces adquieren un signo de esperanza cierta”, remarcó el Cardenal.
Del mismo modo –agregó-, el Señor invita a mirar las cruces de quienes están cerca en el camino diario y de aquellos que viven peculiares momentos de sufrimientos. “Y es por eso que en Semana Santa se ha invitado a toda la comunidad católica de Santiago a vivir en oración y en solidaridad con nuestros hermanos del norte que están sufriendo los efectos de un catastrófico aluvión”, enfatizó.
Recorrido
Durante el trayecto, el párroco Julio Díaz, entre otros consagrados, encabezó junto al Cardenal la peregrinación de un gran número de fieles portando velas. Además, en cada paso vecinos se asomaban a las puertas de su casa, se persignaban, observaban, saludaban o se sumaban a la columna.
Las 14 estaciones que rememoran el camino del calvario de Jesús fueron dramatizadas por los jóvenes de la comunidad, haciendo que cada detención de los fieles fuera vivida con gran atención y recogimiento; a la par de los cantos y meditaciones que se animaban entre una y otra. En el recorrido se oró especialmente por la Misión Territorial, por las familias, por los adultos mayores y por los niños, por los enfermos, por las personas con dificultades, por la gente del norte, por el barrio y por la comunidad parroquial.
Poco antes de las 22:00 horas, los fieles regresaron al punto de partida. Allí se representaron los últimos momentos de Jesús. El Vía Crucis concluyó con las bendiciones y palabras de agradecimiento del Cardenal, tras lo cual –con gran solemnidad- fue instalado en la parte frontal del escenario montado en la calle un Cristo en la cruz a tamaño natural para la adoración de los presentes.
“Muy bonito”
Para Verónica Salinas, vecina del sector, todo fue “muy bonito”. Por primera vez participaba. Hizo todo el recorrido con sus hermanas y su hija menor de 4 años. “Me gustó, fue bonito; pedí por mi familia que está en Quintero”, dijo.
Moisés Oviedo, en tanto, quien también vivió el Vía Crucis junto a su familia, tuvo presente en su oración “a todos en general, que haya salud y paz y tranquilidad para todos; fue muy lindo, muy hermoso”, señaló.
“Este año trabajamos las meditaciones en salida a la Misión Territorial, a lo que la Iglesia de Santiago y el Papa nos pide. Estamos contentos, además de por la compañía del Cardenal, porque participó mucha gente y por toda la gente que desde sus casas se persigna y saluda con cariño”, expresó la encargada de liturgia de la parroquia, Karen Cerda.
Confesiones y liturgia
Antes de llegar hasta la población La Pincoya de Huechuraba, el Cardenal Ezzati estuvo en la Catedral Metropolitana, donde impartió durante varias horas el sacramento de la Confesión y donde a las 15:00 horas presidió la Liturgia de la Pasión, en la que –a la misma hora que murió en la cruz- se rememora y medita sobre las últimas horas de Jesús hasta ser sepultado.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
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