"Bendito es el que viene en nombre del Señor” entonaban con alegría los fieles serenenses, mientras recibían la bendición de sus ramos en la Plaza “San Juan Pablo II”, lugar escogido para dar inicio a la celebración del Domingo de Ramos. Posteriormente, con el rezo del Santo Rosario y alabanzas a Cristo, se realizó la tradicional procesión por las calles céntricas de la ciudad, culminando en el Templo Catedral.
A mediodía se inició la celebración de la Eucaristía, presidida por Mons. René Rebolledo, en la cual los fieles colmaron los asientos disponibles, por lo que muchos de ellos debieron permanecer de pie. De esta forma, se comenzó a vivir la Semana Santa, momento culmen de nuestra fe, dado que memoramos el misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor.
Por la tarde, el Arzobispo se trasladó hasta la Cruz del Tercer Milenio, para bendecir los ramos y celebrar la santa Misa con los fieles que habitan la Parte Alta de Coquimbo, lugar donde se emplaza el monumento.
Durante ambos actos litúrgicos, el Pastor Arquidiocesano realizó un llamado para que, con mucha fe y esperanza, solidaricemos con los hermanos que están sufriendo en la diócesis de Copiapó y Arquidiócesis de Antofagasta a raíz de las inundaciones. Dio lectura también, al mensaje del Santo Padre Francisco para los damnificados. Al final de sendas celebraciones se realizó la colecta “Solidaridad, Nuestro Norte”, para salir al encuentro de nuestros hermanos de las regiones de Atacama y Antofagasta.
Fuente: Comunicaciones La Serena