En los Colegios Católicos del Vicariato Apostólico de Aysén, la Cuaresma que se está viviendo es un tiempo privilegiado para el acompañamiento pastoral de muchos jóvenes, no sólo para vivir la espiritualidad de este tiempo litúrgico, sino también para cambiar la vida, “salir al encuentro” y ser solidarios con actividades concretas. Entre ellos, está el Liceo Técnico Profesional Juan Pablo II de Coyhaique que recibe jóvenes de toda la XI Región y muchos de sectores rurales.
“Como Colegio Católico queremos vivir la Cuaresma como nos señala el mismo Papa Francisco – manifestó la profesora Fresia Burgos Bilbao, Encargada de Pastoral del Liceo Juan Pablo II – , o sea como ‘un momento providencial para cambiar de ruta, para recuperar la capacidad de reaccionar ante la realidad del mal que siempre nos desafía’. Desde ahí nos hace sentido el lema de la Cuaresma de este año, “Aportando juntos, Cambiamos Vidas”. No tendría sentido este tempo liturgico si sólo donamos y echamos algún dinero en la cajita de Cuaresma, ¡es eso y más que eso!. Debemos aportar algo más para realmente cambiar vidas y recuperar la capacidad de reaccionar ante la realidad”.
“Los jóvenes del Liceo Juan Pablo II quieren escuchar – agregó – , quieren salir al encuentro, quieren aportar y cambiar vidas. Y no es sólo un decir, somos un Colegio que acoge a más de mil estudiantes de 7º Básico a 4º Medio, siendo Liceo Técnico diurno y vespertino, recibiendo jóvenes con una alta vulnerabilidad social y carencias de todo tipo, pero con un espíritu que sólo la Patagonia es capaz de moldear, y una educación de calidad, integral y católica como la que damos, que es capaz de motivar a que la solidaridad en Cuaresma y siempre, es más que asistencialidad”.
Por eso, el primer objetivo como Comunidad Educativa Pastoral es formar buenos estudiantes y buenas personas para ser profesionales solidarios. “Creo que la Cuaresma de Fraternidad sea juntar dinero para las familias que necesitan, y hacerlo entre todos porque eso es la solidaridad, lo que nos une” expresó Tomas Rodas, del 1º Medio C.
Para Francisca Gómez, del 8º Básico C, la Cuaresma es un tiempo que nos ayuda a rechazar la tentación y actitud de la indiferencia, un tiempo que “es un gran acto de regalarse al otro, y no sólo una vez al año - destacó - , debería ser siempre, porque la gente no necesita una vez al año, necesita el año entero. Hay gente que dice me falta esto, me falta lo otro, pero hay otros que están peor y hay que apoyarlos. Cuaresma es apoyar a la gente que más lo necesita y sin quejarnos, porque de verdad hay personas que necesitan de nosotros y nosotros de ellos, pues somos hermanos”.
Para Pía Rogel, del 3º medio de Obras Viales, la Cuaresma es dar algo más que plata. “Todo el Liceo da dinero - dijo - . En las mañanas en la oración diaria pedimos porque hay mucha gente que lo necesita. Uno puede estar pasando una mala situación económica, pero aún así se puede dar más. En el Liceo la mayoría de los alumnos son vulnerables y aun así, igual tenemos ese sentimiento de dar al que más necesita, aunque uno a lo mejor no esté en la mejor situación. Considero que para muchos la Cuaresma es sólo dar plata, pero va mucho más allá. Creo que debería motivarnos a enseñar a hacernos más humanos, hacerse charlas, compartir unos con otros, sobre todo para que los niños aprendan y el día de mañana puedan ser grandes personas de bien y con fe”.
Fuente: Comunicaciones Aysén