Cardenal Ezzati reinauguró sede central de Fundación Don Bosco
Cardenal Ezzati reinauguró sede central de Fundación Don Bosco

El sábado 24 de enero, día de San Francisco de Sales, el Arzobispo de Santiago visitó la sede central de la Fundación Don Bosco para reinaugurar las instalaciones destruidas tras el terremoto de 2010. Desde ese lugar se coordinan los 11 programas de la fundación duistribuidos en Santiago y Valparaíso, entre ellos una casa de acogida para jóvenes en situación vulnerable y una comunidad terapéutica para rehabilitar de adicciones.

Una representación de los 600 beneficiarios actuales de los distintos programas de la Fundación Don Bosco asistió a la reinauguración de la casa central, ubicada al inicio de la calle General Bulnes, a pasos del templo La Gratitud Nacional. Estuvieron presentes jóvenes, educadores, administrativos, familias y sacerdotes vinculados a la obra social incluyendo al Inspector General de los salesianos, padre Alberto Lorenzelli.

Es un día muy significativo para nosotros, dijo Carmen Gloria Soto, encargada de la unidad de desarrollo de la Fundación, pues es el día de San Francisco de Sales y estamos en el año del bicentenario del natalicio de don Bosco, explica. Reinaugurar esta infraestructura para ella significa dignificar el trabajo junto a niños, jóvenes y adultos vulnerables. “Nuestra labor es muy delicada, porque intervenimos con jóvenes con problemas de adicción, en situación de calle y también con sus familias”, contó. Para nosotros es muy importante esta obra porque se trata de la misión que realizaba don Bosco levantando a los jóvenes más marginados de la sociedad de su tiempo.

El cardenal Ricardo Ezzati fue quien cortó la cinta en el sitio más importante de la sede: su capilla. Antes entregó algunas palabras a los asistentes. “Estoy feliz de compartir con ustedes este momento de gozo y de esperanza”, dijo tras el saludo y agradeció a los profesionales que tengan una mirada atenta a las necesidades de los demás. La inauguración de esta casa me recuerda el sueño de don Bosco, señaló, “esta es una tarea de frontera, de inmensa solidaridad que nos hace uno con el Señor que ha entregado su vida por nosotros”, agregó. Tras ello invitó a algunos de los beneficiados a contar su experiencia. Para finalizar pidió la bendición de Dios sobre las instalaciones y deseó “que siga creciendo para que ojalá no haya necesidad de casas que acojan a niños de la calle porque el país ha progresado, porque las familias tienen el espacio humano y material para que sus hijos puedan crecer en el cariño de una familia y en el calor de un hogar”.

Aarón Figueroa (19) llegó hace 3 años a la casa de acogida. Gracias a los cuidados, cariño y orientación de los educadores terminó el colegio y hoy estudia en el Inacap dibujo de proyectos de arquitectura e ingeniería. “Estoy muy agradecido de la Fundación, confían en nosotros y se la juegan por cada uno. No somos un número, como en otro lado, sino que conocen nuestras historias”, confiesa.

José Luis Sáez (32) estuvo tres años en la casa de acogida de manera intermitente cuando era un adolescente. “Todo lo que soy se lo debo a las personas de acá. Me acuerdo cuando los voluntarios, en ese tiempo, salían a buscarnos a la calle, a los rucos, hacían fuego con nosotros y nos comíamos juntos las papas asadas. Ahora tengo un trabajo, dos hijas y una mujer más linda que el sol”.

Su labor y cómo ayudar
Fundación Don Bosco, obra sin fines de lucro de la Congregación Salesiana de Chile, que hace mas de 16 años ha acompañado a más de 15 mil personas que viven en situación de alta vulnerabilidad y exclusión social, especialmente niños y jóvenes pobres y en peligro, que se encuentran en situación de calle, provienen de poblaciones complejas, o cuyos padres están privados de libertad, y jóvenes que se están rehabilitando del consumo de drogas.
En ésta labor nuestro trabajo se divide en 4 áreas de atención:

Área Niños Calle
Área de Prevención
Área de Rehabilitación
Área Adultos de Calle

Como parte del tratamiento que brinda la fundación, el 100% de los beneficiarios cuenta con programas de acompañamiento permanente de educadores guías y apoyo de psicólogos y asistentes sociales, con el 80% se trabaja directamente la prevención y recuperación de la problemática de drogas. Un 50% recibe apoyo en salud y mejoramiento habitacional, además 40% participa de talleres permanentes de apoyo escolar, también como parte de los proyectos que lo permiten se entregan desde 1.000 a 2.000 raciones de alimento mensuales, dependiendo de cada uno.

En torno al tratamiento específico para niños y niñas en situación de calle, la Fundación Don Bosco tiene el programa más grande a nivel del país, existiendo 3 casas de atención desde las cuales se atiende mensualmente a 120 niños, niñas y adolescentes. A ellos se les brinda permanente apoyo profesional en el ámbito psicológico, social, educativo, jurídico y de salud. Además se trabaja permanentemente con sus familias, realizando visitas y trabajo conducente a recuperar la condición de adultos protectores de los niños y niñas en atención.

Como parte de la propuesta han logrado que un 30% de los niños y niñas que atienden, hayan superado la vulneración de derecho grave a la que se encontraban expuestos. Logrando que 25 niños y niñas, hayan dejado de pernoctar en situación de calle, volviendo a su familia e insertándose en hogares especializados.


Para ayudar a esta fructífera fundación visite www.fundaciondonbosco.cl o www.elpoderdeayudar.cl
Fuente: Comunicaciones Santiago www.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 24 de Enero, 2015
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