El colegio de los padres Marianistas ubicado en Surco fue el espacio de encuentro realizado el 5 de diciembre por la noche, entre los obispos de Bangladesh, Sudáfrica, Francia, Brasil y los obispos peruanos encabezados por el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y Arzobispo de Ayacucho, Monseñor Salvador Piñeiro, además de embajadores y representantes de los gobiernos de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Chile, Bolivia, entre otros.
El diálogo tuvo un discurso de apertura a cargo de Mons. Piñeiro, la intervención del Dr. Daniel Violetti, vice Secretario Ejecutivo de la UNFCCC, y luego los testimonios de los obispos de África y Francia, dando a conocer los impactos del cambio climático en sus continentes. Luego de estas presentaciones se abrió un diálogo con los asistentes y al final, el Dr. Manuel Pulgar Vidal, Ministro de Ambiente y Presidente de la COP 20, tuvo una intervención que recogió los aportes y tendió el puente entre la COP 20 y la 21, además de felicitar la iniciativa de la Conferencia Episcopal Peruana porque será junto con las otras Iglesias la mejor aliada para llegar a acuerdos sustantivos hacia el cuidado de nuestro planeta.
Mons. Salvador Piñeiro en su discurso de Apertura destacó la importancia que viene desde el corazón del Evangelio por comprometerse en esta causa mundial de cuidar la creación. “Me inspira esta noche lo que nuestro querido Papa Francisco viene diciendo al mundo en diferentes intervenciones. «No se entiende que el amor a los pobres está al centro del Evangelio. Tierra, techo y trabajo, eso por lo que ustedes luchan, son derechos sagrados. Reclamar esto no es nada raro, es la doctrina social de la Iglesia»[1].
La representante del gobierno francés en el Perú, recordó la importancia de las dos cumbres la del Perú y la próxima a realizarse en su país, por lo que demandó una visión conjunta y la movilización de la sociedad en pleno. Hacer pensar a los que toman decisiones que el tiempo es ahora, que se debe responsabilizar a los que deciden las políticas que tienen que ver con el cuidado del ambiente en el mundo. Para Monseñor Anton Sipuka, de Sudáfrica y para Monseñor Marc Stenger, de Francia, el cambio climático crea pobreza y hace crecer la injusticia, estamos llamados a revertir esta situación con la urgencia que la realidad plantea.
Mons. Pedro Barreto, Arzobispo de Huancayo, presidente del DEJUSOL y moderador del diálogo, recordó estas conclusiones desde lo que vemos, lo que juzgamos y lo que debemos hacer. Lo que vemos no es una tragedia, sino un drama que requiere la fe y la valentía de todos para trabajar unidos, por eso estamos tomando conciencia de la necesidad de un trabajo articulado. El cambio climático es esencialmente un problema ético y moral. Lo que juzgamos: a la tierra se le debe respetar y cuidar. Recordemos que la gran decisión de Jesús fue tomada en un huerto, ahí aparecen los rasgos de una espiritualidad, de un estilo de vida… seamos custodios y guardianes de la creación que se nos ha sido dada. Y finalmente lo que debemos hacer. Trabajar juntos un país en vías de desarrollo como el Perú y un país desarrollado como Francia donde se realizará la COP 21 y los acuerdos que allá se tomen nos deben permitir salir con el acuerdo de un camino a recorrer con un plan efectivo para cada país. Buscar la movilización de la sociedad y responsabilizar a los que toman las decisiones. Recordar todos los días la urgencia climática, lo importante hay que repetirlo. Finalmente, las Iglesias deben promover un estilo de vida sencillo y austero, promover las mejores prácticas para la adaptación al cambio climático.
El Ministro Pulgar Vidal al final del diálogo recordó que el cambio climático es ético y global, que felizmente la solidaridad está en presente en la prédica de nuestras Iglesias y también lleva a recordar una ética intergeneracional un diálogo entre todos y por supuesto para buscar un desarrollo que tenga en cuenta la social, lo ambiental y lo humano. El mundo no está dispuesto a un fallo más, es tiempo de actuar, contamos con todos ustedes, dijo refiriéndose a los representantes de la Iglesia Católica y los de otras iglesias también invitados. Felicito a la Conferencia Episcopal por esta iniciativa que con seguridad en cada prédica recordará que también en cada uno está el cambio.
Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas