Alegría por los noventa años de la parroquia San Crescente.
Alegría por los noventa años de la parroquia San Crescente.

En un ambiente de familiaridad se celebró el mediodía del 9 de octubre, la eucaristía de acción de gracias con motivo de un nuevo aniversario de la comunidad parroquial. En la misa, presidida por Monseñor Ricardo Ezzati, se confirmaron cinco jóvenes de la parroquia.

“Como comunidad deseamos renovar junto a nuestro Pastor el compromiso misionero, como iglesia en salida en la misión territorial, yendo al encuentro de nuestros adultos mayores y renovando nuestras comunidades de bases”. Éste fue el mensaje con que la señora Fabiola Jara dio la bienvenida a los feligreses que llegaron hoy a la parroquia San Crescente para la misa dominical. Luego del saludo de la animadora la asamblea rezó la oración inicial del Mes de María tras lo cual se realizó la entrada de los sacerdotes celebrantes.

La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati y concelebrada por el párroco, Padre Pablo Rojas y los diáconos de la comunidad.

En su saludo a la comunidad, el Arzobispo de Santiago compartió la alegría de la iglesia por este nuevo aniversario parroquial. “Con un corazón agradecido nos reunimos hoy con gratitud a Dios por los noventa años de presencia suya y de la iglesia en este lugar. Ustedes son herederos de una historia de salvación que se fue construyendo alrededor de lo que la iglesia es y celebra”, expresó.

Luego de la liturgia de la palabra, el catequista Miguel Ángel Morales presentó al Pastor los cinco jóvenes que esperaban recibir el sacramento de la confirmación. Monseñor Ezzati saludó a los jóvenes y en nombre del Señor los aceptó para recibir el sacramento.

En su homilía el Cardenal profundizó en torno al significado de ser parroquia y signo de Dios. “Hoy queremos darle las gracias a Dios porque en estos noventa años no ha dejado de manifestar su amor, su corazón misericordioso de padre para todos los que ha invitado a participar de esta comunidad eclesial. La comunidad brota del primer don de Dios que es el bautismo que nos hace miembros de Cristo y parte de la comunidad eclesial. En la gracia bautismal todos los cristianos somos discípulos de Cristo”.

Continuando con su reflexión, monseñor Ezzati señaló que “la comunidad crece alrededor de la palabra de Dios que vamos meditando y transformando en un estilo de vida, en el estilo de vida de Jesús. No puede haber comunidad parroquial que no sea alimentada de la palabra de Dios. Una comunidad cristiana se construye el rededor de la mesa de la palabra y de la eucaristía, toda la vida de una comunidad gira alrededor de estos gestos salvíficos y por eso se vuelve a signo del amor de Dios, en la solidaridad con los pobres, con los ancianos, con los que sufren carentes de esperanza”.

Finalizando su homilía, el Cardenal animó a toda la comunidad parroquial a seguir adelante anunciando la Buena Nueva atenta a los desafíos de su territorio. “El Señor nos pide que seamos una iglesia viva con los hombre y mujeres que viven los desafíos del presente. Que la Virgen María acompañe a sus agentes pastorales en esta misión para que la comunidad sea comunidad de puertas abiertas”.

Terminada la homilía, los jóvenes de la parroquia renovaron sus promesas bautismales y monseñor Ezzati impuso sus manos pidiendo el don del Espíritu Santo. Luego los jóvenes fueron signados con el santo crisma, quedando constituidos testigos de Jesucristo.

Un signo especial dentro liturgia eucarística fue la presentación de ofrendas representativas de la historia de la parroquia expresadas en el primer y último libro de registro de bautismo, en el libro de registro de confirmación que cuenta con un total de 6260 confirmados y las actas del primer y último matrimonio celebrado.

Antes de finalizar la misa, Valeria, en representación de los jóvenes confirmados, compartió un emotivo mensaje. “Quisiera agradecer a mis amigos que se han confirmado junto a mí, por convertirse en una gran familia y a quienes nos han acompañado en este camino, a los monitores por mostrarnos a Dios en todo su esplendor y por los momentos que atesoraré por siempre”.


Fuente: Comunicaciones Santiago
www.iglesiadesantiago.cl


Santiago, 09 de Noviembre, 2014
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