Un llamado a construir juntos un mejor país, realizó el Administrador Apostólico de Copiapó, Mons. Gaspar Quintana, en la celebración del tradicional Te Deum, este 18 de septiembre en la Catedral.
Para iniciar la celebración, jóvenes llevaron la cruz de Chile hasta un costado del altar, y luego una familia ofrendó un ramo de flores a la imagen de la Virgen del Carmen.
En su último Te Deum a cargo de la diócesis, don Gaspar se basó en las Bienaventuranzas para señalar la "propuesta programática" de Jesús para quienes quieren ser sus discípulos. Destacó la justicia, la paz, la solidaridad y el compromiso como valores fundamentales para la construcción de un Chile inclusivo y digno para todos sus habitantes.
Don Gaspar dijo que "donde quiera que hay alguien que está sufriendo, allí hay que reconstruir el tejido social deteriorado" y condenó "la corrupción, la irresponsable gestión de los negocios que involucra a agentes públicos y privados, y el desordenado uso de los recursos naturales que origina la contaminación del aire o la escasez del agua pura, que es derecho de toda la ciudadanía".
Citó también al Papa Francisco cuando habló del "descarte por el que la sociedad actual se desentiende de la gente “que sobra o no le sirve para nada” y subrayó que "el verdadero desarrollo humano debe ir de la mano con una creciente solidaridad de todos con todos, en especial con los que viven “en las periferias existenciales,” como dice el mismo papa Francisco, agregando que "el respeto por la vida humana desde que nace en el útero materno hasta el momento final de la vida, y el cuidado responsable de la vida matrimonial y familiar", asegura un mejor futuro para la comunidad chilena. "Se nota el corazón limpio de un país por la calidad de su legislación, por la madurez de su democracia, por su sensibilidad social para atender a los postergados de siempre en tantos problemas" dijo.
El Obispo advirtió sobre "los hechos de violencia de la Araucanía, el uso de artefactos explosivos que originan un reiterado malestar colectivo, la violencia verbal que descalifica al adversario incluso en las altas tribunas políticas, la agresividad en los espectáculos deportivos, la discriminación contra nuestros hermanos y hermanas migrantes, y el clima de inseguridad que proviene de la delincuencia" y llamó a "buscar las soluciones más oportunas para estos problemas. La reforma tributaria y educacional, después de tanto esfuerzo y diálogo corresponsable, pueden ser una buena señal de que podemos llegar a construir el Chile que el Señor quiere para todos".
A modo de despedida, don Gaspar expresó su "sincero agradecimiento tanto a los sacerdotes, diáconos permanentes, religiosos y religiosas, agentes pastorales que me han ayudado en la tarea de pastorear al pueblo de Dios", mencionado también a las autoridades parlamentarias, regionales y provinciales "todas las atenciones y servicios ofrecidos a esta Iglesia que peregrina en medio de la comunidad atacameña". Asimismo, pidió perdón por "los errores cometidos durante mi servicio pastoral entre ustedes y que pudieron causarles daño o dolor". Invitó a acoger al nuevo Obispo de Copiapó, Monseñor Celestino Aós Braco. "Les pido que oremos por él y lo acompañemos en su servicio a la Iglesia, para que con él lleguemos a ser buenos discípulos misioneros de Jesús", concluyó.
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Texto completo de la homilía
Fuente: Comunicaciones Copiapó
Fotos: Francisco Contreras