Alegre y emotiva Eucaristía se vivió en la Parroquia Ascensión del Señor
Zona Sur, comuna El Bosque:
Alegre y emotiva Eucaristía se vivió en la Parroquia Ascensión del Señor

En un ambiente alegre y festivo el Cardenal Ricardo Ezzati llamó a los feligreses a salir a las periferias y no tener miedo de difundir el mensaje de Jesús. Participó, además, en la Cena Pan y Vino, poniendo fin al Mes de la Solidaridad.

“Estamos felices que nos visite el Cardenal Ezzati, porque si bien somos una población, valemos tanto como si estuviéramos en la Catedral. A veces se mira a la Parroquia como en menos, pero yo siempre digo que lo importante aquí es Dios, porque podríamos estar hasta sin techo, pero si estamos con Dios, eso nos basta”, afirma Josefina Bustos, feligresa de 72 años de edad quien lleva 45 años participando en la parroquia.

En un contexto cálido y acogedor el Arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati agradeció la cordial bienvenida de la comunidad realzando el cariño y amor que sus feligreses han puesto a su Parroquia. “Me siento muy en mi casa celebrando con ustedes, muy feliz de poder compartir la Eucaristía, por primera vez, en la sede de la Parroquia”, señaló.

En la homilía el Cardenal Ezzati invitó a no tener miedo de anunciar el Evangelio del Señor, vencer las dificultades del entorno y ser hombres y mujeres de fe. “Busquemos nuestras fortalezas y coraje para difundir el mensaje de Cristo, pese a los obstáculos. Dios nos ama. Más allá de los milagros que a veces esperamos, Dios nos ama en su infinito amor, ofreciéndose a sí mismo y permitiendo que su Hijo muera en la Cruz, por amor a nosotros, “recalcó.

Llamó a mirar a Jesús desde la Cruz. “La confianza que tenemos a Él no debe tener límites. Su amor a nosotros es tan infinito que permite que su Hijo entregue su vida por cada uno.”
Aconsejó ser misioneros y evangelizar a la comunidad, haciendo alusión al Papa Francisco, quien afirma se debe salir a las periferias más alejadas. “Allí donde hay soledad, allí donde hay pobreza, allí donde hay ancianos y ancianas solos, allí es donde hay que ir. Sean misioneros y ofrezcan el testimonio de su fe a los niños y a los jóvenes porque la riqueza más grande que Chile necesita está en ellos”, dijo.

Dedicó unas palabras para felicitar a la comunidad parroquial por su fuerte compromiso con la Iglesia, quienes están trabajando en un proyecto para reconstruir su parroquia. “Quiero agradecer esta maqueta, que quiere levantar no solo una torre alta, sino que quiere ser signo de la belleza de su comunidad. Los signos externos, también la belleza de este presbiterio, tienen que ser digno de una imagen de la Iglesia, que son todos ustedes.”

En la misa también participó el Párroco Jorge Sáez Lascani quien lleva 5 años trabajando en la Parroquia. “Es una gran alegría recibir al Pastor. Es una cosa muy bonita porque, tal como dice el Papa Francisco, es esencial que el Pastor venga a su rebaño, vea a sus ovejas y que él mismo conozca sus necesidades y los escuche”, señaló.

Cuenta que ha sido una experiencia maravillosa trabajar en la zona y que desde que llegó empezaron a planificar cosas con la comunidad y soñar juntos. “Ha sido un esfuerzo grande, pero ésta es una parroquia co- responsable, donde todos se sienten parte de este espacio, asumen roles y se preocupan de ella. Se entiende que la parroquia es la casa de todos y que juntos debemos llevarla adelante. Aquí yo he ido comprendiendo que lo que antes era teoría, ahora es práctica. La fuerza y valor del laico en la Iglesia es fundamental. Hay un rebaño donde hay ovejas, pero inteligentes y activas. Aquí todos saben que hacer y a veces se adelantan al pastor”, afirmó.

Luis Pizarro, Coordinador Parroquial, conoce el trabajo de la comunidad desde hace tiempo. “Nosotros somos una comunidad pobre, que ha construido con sus propias manos su Iglesia, a puro esfuerzo. No tenemos plata para contratar una constructora pero sí tenemos muchos talentos para trabajar en nuestra Iglesia. Hay mucha gente de aquí que son maestros, albañiles y en eso nos apoyamos. La gente viene y ayuda de diferentes formas: haciendo el oficio, como ayudante o rezando. Todos trabajamos. Cada talento que se tiene se entrega a la comunidad, y eso es lo que nosotros hemos tratado de hacer aquí”, recalcó.

La jornada terminó con una invitación a todos los feligreses a participar de la Cena Pan y Vino, celebrando así el fin del Mes de la Solidaridad. El Cardenal Ezzati compartió con los niños, jóvenes y familias, tomándose fotos y conversando con cada uno de ellos.

Fuente: Comunicaciones Santiago
Santiago, 31 de Agosto, 2014
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