Con visita a mujeres privadas de libertad obispo culmina actividades del Mes de la Solidaridad
A pocos días de que termine agosto, el obispo Carlos Pellegrin Barrera, junto al Coordinador de la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis, Padre Renato Toro; y el capellán de la cárcel de Chillán, Padre Jaime Nawrath, visitó a las internas del centro penitenciario femenino, y presidió la bendición de una nueva capilla, como parte de la última actividad que el pastor diocesano desarrolló durante el Mes de la Solidaridad.
“Bendecir una capilla nueva, significa que Dios llega para quedarse, para quedarse en el corazón de las internas, para darles paz, amor y armonía”, señaló el obispo luego que encabezara el corte de cinta de la nueva capilla “San Alberto Hurtado” que tuvo un costo cercano a un millón 700 mil pesos aportados por el Área Social del Obispado de Chillán. De igual modo hizo un llamado a las autoridades para que “defiendan la alternativa de contar con una futura cárcel más cercana a los familiares de los internos, pues muchos de ellos no cuentan con los recursos económicos para largas distancias”, subrayó el obispo en clara oposición a contar con un recinto penitenciario fuera de la provincia.
Para el padre Renato Toro se trató de “un paso más donde la presencia del Señor gana un espacio en medio de nuestros centros penitenciarios: el año pasado fue en la sección masculina, y este año, con las internas”, recordó el sacerdote, quien agregó que este espacio servirá no sólo para la evangelización, sino para las manualidades de las internas, talleres, charlas, etc… para todo se requiere de un lugar, y lo tenemos”, sentenció.
Las más satisfechas con el nuevo recinto de oración fueron las propias internas. Jeanette Lagos, quien en representación de las 52 mujeres que están privadas de libertad entregó los agradecimientos al obispo, indicó que “antes pasábamos muchas incomodidades, yendo de un lado para otro, y nos faltaba un espacio para reunirnos y estar con las voluntarias de la pastoral. Ahora estamos muy contentas por tener nuestro espacio para poder estar con Dios, y también con nuestras compañeras”, destacó.
El encuentro que permitió al obispo tener un contacto directo con las internas, se enmarcó en las diversas acciones que la Iglesia emprendió durante agosto bajo el slogan diocesano “Con alegría vamos al encuentro del hermano”, para ir en favor de los más necesitados. La más reciente, fue la cena solidaria que el personal del Obispado ofreció a personas en condición de vulnerabilidad social que pernoctan en la Hospedería Municipal, y la posterior visita del pastor a personas en situación de calle. A esta se suman; la celebración del Día Nacional de la Solidaridad, y la visita a las Damas de Celeste del Hospital Herminda Martin.
Además de las actividades que el obispo estuvo encabezado durante el Mes de la Solidaridad, diversas campañas de recolección se han implementado en toda la diócesis; como la de alimentos, dirigida a las familias más pobres, y que están siendo impulsadas por los Comités de Acción Fraterna en cada parroquia; la de carbón o leña, que busca brindar apoyo a quienes no tienen muchos recursos para calefacción en esta parte final del invierno, la que ha sido emprendida a nivel de los equipos de pastoral juvenil de las parroquias y colegios; y la de ropa de abrigo, ropa interior, y útiles de aseo para internos de las cárceles de la provincia y personas en situación de calle, que se ha promovido a nivel de los distintos ambientes pastorales.
Fuente: Comunicaciones Chillán