Arzobispo de Santiago celebró Día de la Facultad de Teología
Arzobispo de Santiago celebró Día de la Facultad de Teología

En la celebración, que estuvo inspirada en la figura de San Alberto Hurtado, el Gran Canciller de la UC llamó a los presentes a transitar por el camino “de la sencillez, de la cercanía y de la pobreza”.

Con una Eucaristía presidida por el Arzobispo de Santiago y Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Cardenal Ricardo Ezzati, se celebró este martes en el Templo Sagrado Corazón del campus San Joaquín el Día de la Facultad de Teología, en Honor a su Patrono, San Alberto Hurtado.

La Santa Misa, a la que asistieron monseñor Fernando Ramos, obispo auxiliar de Santiago, el P. Cristián Roncagliolo, Vice Gran Canciller UC, junto al Decano Freddy Parra, se celebró en el contexto del Mes de la Solidaridad, en conmemoración del fallecimiento de San Alberto Hurtado, quien “sigue siendo una profecía de la Iglesia para el mundo de hoy, especialmente para ser una Iglesia servidora de los más pequeños, de los más pobres”, señaló el Cardenal.

En referencia a la idolatría, relatada en los textos bíblicos de Ezequiel y al San Mateo, leídos durante la ceremonia, monseñor Ezzati afirmó, durante su homilía, que ésta “hace de uno, criatura, un dios con minúscula, es una tentación que acecha la condición humana del presente, y a lo mejor, tenemos que confesarlo con humildad, una tentación que nos acecha también a nosotros, a nivel personal y comunitario”.

Asimismo evidenció la idolatría del dinero, citando las palabras de Jesús: “Qué difícil es que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Justamente porque el dinero “se ha vuelto el Dios que ocupa todo el interés de una persona, y también esta idolatría está muy presente, serpenteando, en la condición humana”, apuntó.

Pero es el Señor el que hace posible superar estas faltas. “La vida del discípulo está llamada justamente a ese por mí (de Jesús) y por el Evangelio, que permite superar la tentación de la idolatría del dinero y del poder, para hacernos de verdad discípulos de Jesús, que vino a servir y que dejó todo para hacerse hombre, asumir nuestra naturaleza humana y poner su vida al servicio de la vida de todos los hombres y de todos los tiempos”, explicó.

“La Palabra de Dios nos enseña a confiar, a tener la certeza de la fe”, indicó. “Este mensaje de Jesús puede ser una gran luz para nosotros, caminando en la misma dirección en la cual nos invita a caminar el Papa Francisco, de la sencillez, de la cercanía y de la pobreza”, concluyó.

Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
www.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 19 de Agosto, 2014
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